jueves, 27 de septiembre de 2012

CONFIDENCIAS DE LOS SANTOS ARCÁNGELES


DADAS A SU AMADA LUZ DE MARÍA
26 DE SEPTIEMBRE 2012 


Amados:


LAS PÁGINAS DE LA HISTORIA DE LA HUMANIDAD SE MANTIENEN COLMADAS DE NUESTRA PRESENCIA.


Fuimos los mensajeros directos de la Voluntad del Padre con Su Pueblo Elegido y en especial con Sus siervos comprometidos y entregados a Él. Fuimos elegidos por Dios para anunciar a Nuestra Reina y Madre el gran acontecimiento de la venida del Salvador de Cielos y tierra.


Nuestro caminar no ha sido en vano, nuestra presencia en medio de la humanidad ha marcado los Designios Trinitarios en instantes en que la humanidad sucumbía por la desobediencia. En este instante, esta generación nos hace a un lado y no cree en nuestro auxilio. Hemos recibido de la Trinidad Sacrosanta los dones necesarios. Ya que vivimos en fusión a la Voluntad Divina, hemos recibido de esta Voluntad Trinitaria, cuanto es imperioso para intervenir a fin de que el hombre regrese al camino de la verdad y de la salvación. Aún así, respetando el libre albedrío, nos mantenemos auxiliándoles hasta donde cada uno nos lo permita.


TODOS LOS ACONTECIMIENTOS ANUNCIADOS Y NUESTRAS INTERVENCIONES CONSTANTES Y QUE AÚN NO SON COMPRENDIDAS POR USTEDES, HAN CONFLUIDO EN ESTE INSTANTE, EN EL CUAL NOS MANTENEMOS EXPECTANTES, YA QUE ASÍ OBEDECEMOS LA VOLUNTAD TRINITARIA.


Intervendremos particularmente y a nivel espiritual en tanto y cuanto la criatura lo solicite; no así en el detener los Designios Divinos ni atenuarlos, ni aminorarlos.


Esta generación perversa ha rebasado la copa de la Misericordia Divina. Nosotros sus hermanos, sus compañeros de camino, presentes en todos los tiempos de la humanidad, con recogimiento y amoroso respeto hacia el Creador, sentimos nuestro ser abatirse ante la falta de conciencia y respuesta del hombre.


Ya les ha llamado insistentemente Nuestro Rey a disponerse - tan solo eso-, a disponerse para ser llenos a plenitud de cuanto necesitan para resistir los embates cotidianos.


Miramos una gran indiferencia, un desapego exagerado hacia lo Divino y es que aún no logran comprender a cabalidad el instante tan serio en que esta generación se mueve.


Así como se burlaron de Noé, así se burlan en este instante de quienes, colmados a plenitud del Espíritu Divino, anuncian los acontecimientos próximos y la Segunda Venida de Nuestro Rey, así lamentarán cuando se encuentren cara a cara con esa insensatez con la que han actuado, con esa desobediencia en la que se han sumergido, con esa negativa continua con la que se niegan a ustedes mismos la Salvación.


Amados nuestros:


EN ESTE INSTANTE NO LES LLAMAMOS A DESPERTAR, PUESTO QUE EL TIEMPO NO ES TIEMPO Y EL INSTANTE HA DEJADO DE SER INSTANTE; LES LLAMAMOS A DISPONERSE CON CORAJE, CON FE, FUERZA Y OBEDIENCIA, PERO SOBRE TODO EN UNIDAD Y EN AMOR.


No combatan unos contra otros, que los demonios que se mueven en medio de ustedes y se introducen en la conciencia y en el corazón, en el pensamiento y en la mente de las criaturas humanas, trabajan asiduamente, continuamente para llevarles a desunirse, a no amarse y a caer. ¿No es suficiente el embate y la insidia del demonio para que entre ustedes mismos combatan?


LA CLAVE DE ESTE INSTANTE ES LA UNIDAD EN LA QUE DEBEN PERMANECER

SIN MIRAR EL ACTUAR DEL HERMANO, SINO MIRÁNDOSE EN EL INTERIOR DE CADA UNO, Y DE ESTA MANERA MIRARSE TAL CUAL ES LA CRIATURA VERDADERAMENTE Y SIN DISIMULO.


Este es el instante en que la criatura debe laborar en sí misma, venciendo toda aquella asechanza que llegue a su pensamiento, toda aquella asechanza que el maligno siembre en su corazón.


ESTE ES EL INSTANTE DE UN COMBATE PERSONAL ENTRE EL BIEN Y EL MAL…

Y USTEDES NO LO HAN COMPRENDIDO ASÍ.


Es un instante decisivo, extremadamente decisivo en donde la criatura debe luchar contra sí misma, contra su “ego” y ser nuevamente humilde. No pierdan la humildad, no pierdan la humildad. No crean saberlo todo, sean humildes, adéntrense en el interior personal y renuévense por dentro en un espíritu de Amor Crístico, universal, sin mirar distingos, sino sintiéndose lo que son: hijos todos de un único Padre.


¡Adelante, Pueblo amado del Rey!, ¡Adelante Pueblo amado del Rey! Nosotros les protegemos, les acompañamos para que no continúen vagando por el desierto del pecado y de la insensatez.

¡Cuánto ofenden a Nuestra Reina!, ¡Cuánto la ofenden las modas de este instante en que se confunden los géneros y en la que la mujer ha perdido el decoro!


¡Cuánto dolor causa aquél que desmedidamente se complace en estos modernismos para satisfacer sus ansias pecaminosas! No, amados nuestros, la criatura humana debe tender a la santidad, debe tender a la pureza para que de esa forma todo su ser se disponga y llegue a alcanzar la santidad que Nuestro Rey espera de cada uno de los que conforman Su Pueblo.


¡Cómo será el lamento de los tibios en el instante en que se separe el trigo de la cizaña! Ahí llorará y gemirá y lamentará la criatura su desobediencia y su incredulidad, se lamentará de haber ignorado las Señales Divinas, de haber esparcido la mentira para contrarrestar nuestra presencia en medio de la humanidad.


¡Cuánto se lamentarán aquellos que con gran Misericordia Divina han recibido en medio de su humanidad, señales y elecciones Divinas y las han aminorado, tendiendo a todo aquello que lo bajo del mundo llama al hombre!


EN ESTE INSTANTE EL QUE SE HA ENTREGADO A NUESTRO REY Y A NUESTRA REINA DEBE CUMPLIR, DEBE DISPONERSE, DEBE ACATAR COMO AQUELLOS QUE NO MIRABAN, QUE NO ESCUCHABAN, QUE NO SENTÍAN PERO QUE CONSCIENTES DE QUE EL PADRE LOS LLAMABA EN OBEDIENCIA, SE DISPUSIERON A CAMINAR.


Y hoy en este instante les han legado toda, toda esta bendición, mediante la cual el Cielo mismo se ha venido dirigiendo a ustedes en las Apariciones de Nuestra Soberana Reina de los Ángeles.


Continúen siendo un corazón de unidad, un corazón de defensa contra el mal, un corazón de amor hacia el cual todo aquello que no es verdad, sea disipado y no logre penetrarles.


LA LUCHA ES FUERTE, MAS NO ES IMPOSIBLE DE SUPERAR. NOSOTROS EN UN IR Y VENIR CONSTANTE NO LES DEJAMOS; ELEVEN LA MIRADA HACIA LO ALTO. AQUÍ NOS MANTENEMOS SUS COMPAÑEROS DE CAMINO, LOS DEFENDEREMOS Y LOS PROTEGEREMOS EN TODO INSTANTE.


Reciban nuestro amor y nuestro sí, nuestro Fiat a Cristo Rey y a Nuestra Reina y Madre de los Ángeles y de toda la humanidad.


El amor de Cristo permanezca en ustedes.


Los Santos Arcángeles


AVE MARÍA PURÍSIMA, SIN PECADO CONCEBIDA.

AVE MARÍA PURÍSIMA, SIN PECADO CONCEBIDA.

AVE MARÍA PURÍSIMA, SIN PECADO CONCEBIDA.

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