LA ISLA APOCALÍPTICA "ARCHIPIÉLAGO JUAN FERNANDEZ".

“Archipiélago Juan Fernández en Chile, ¿Testigo del fin de nuestra era? “

Todos hemos escuchado de las profecías mayas que vaticinan el fin del mundo para diciembre de 2012. Lo que no sabemos es cómo será exactamente, ni cuáles lugares serán más afectados.

Cuando los españoles llegaron a América, los misioneros destruyeron quemando, enterrando y arrojando al mar todos los libros y escritos mayas, más de mil libros donde se guardaba toda su historia y el conocimiento adquirido hasta entonces. Solo cuatro libros fueron salvados de esa destrucción. Entre ellos está el llamado Código de Dresde, considerado el más antiguo texto maya que se conoce. Este libro muestra fenómenos astronómicos que sucederán en el año 2012, cuando la Tierra termina un ciclo de cinco mil años.

Lo extraordinario es que los mayas señalan que estos acontecimientos astronómicos podrán ser observados solamente desde una pequeña isla perdida en medio del Océano Pacífico sur. El único lugar en el Hemisferio Occidental donde se podrán apreciar fenómenos astronómicos que podrían desencadenar una serie de cataclismos a nivel planetario.

El archipiélago de Juan Fernández está compuesto de varias islas de origen volcánico, de antigüedad estimada en más de un millón de años. Hay tres islas principales: la isla Robinson Crusoe, anteriormente llamada Mas a tierra, de 96 kms², y la única habitada; la isla Alejandro Selkirk y la Santa Clara, además de varios islotes menores. Se encuentra a 670 kms. frente a las costas de Valparaíso, Chile. El mar alcanza aquí profundidades de hasta 6.000 metros. Las islas están cubiertas por una espesa neblina la mayor parte del año.

El arqueólogo estadounidense Jim Turner, especializado en la arquitectura maya prehispánica, dice haber hallado en el lado sur de una de esas islas un monolito maya de 45 mts. de altura, compuesto por una imagen del dios Sol, y detrás de él un jaguar relacionado en la cultura maya con las deidades y reyes. Turner cree que el monumento fue tallado en la roca volcánica del risco, más que construido con rocas amalgamadas entre sí. Él piensa que en ese monumento podría incluso estar la tumba del rey maya Chan Bahlum, quien gobernó en el sur de México y cuya cámara mortuoria no ha sido posible localizar.

En sus investigaciones realizadas en las ciudades y monumentos mayas, Turner descubrió que las dos esculturas en la isla Robinson Crusoe, coincidían con símbolos hallados en lo alto del Templo del León, localizado al sur de la ciudad de Palenque, en Chiapas, México y que fue construido por el rey Chan Bahlun. Aquí se observa al dios sol señalando hacia el sur. Es interesante recalcar que en sus profecías, los mayas predijeron que el monumento en la Isla Robinson Crusoe sería descubierto entre 1992 y el 2012.

Los mayas poseían los más precisos mapas estelares, lo que les habría permitido la navegación por mares lejanos, guiándose por las estrellas, habiendo llegado a Puerto Rico, la Florida y Perú, donde se han encontrado vestigios de su presencia. Por eso no extraña que se hayan aventurado más de 7.000 kms. hacia el sur en el Océano Pacífico, hasta las islas de este archipiélago chileno.

Según el arqueólogo Jim Turner, hay pruebas de que la isla Robinson Crusoe, de elevados farallones de más de 300 mts. de alto y escasa vegetación, estuvo habitada en el siglo VII, cuando gobernaba Cham Bahlum en el sur de México.

También los mayas predijeron el día exacto, 21 de diciembre, en que en ese año se producirá el alineamiento de la Tierra y demás planetas con el Sol y un agujero negro conocido como The Dark Rift, que se encuentra en el centro de la Vía Láctea. Ese día calza precisamente con el solsticio de invierno y es un día sagrado en las tradiciones mayas. Este alineamiento generaría poderosas fuerzas que provocarán violentos terremotos, grandes inundaciones y erupciones volcánicas, en una cadena de eventos cataclísmicos, que pondrán en peligro la supervivencia de la humanidad. Para rematar, habrá también un eclipse total de Sol que podrá ser avistado perfectamente desde esta isla en medio del Pacífico Sur.

Casualmente, uno de los pocos, sino el único punto en el Hemisferio Occidental, desde donde se podrán apreciar estos fenómenos celestes, será precisamente lo alto de la Isla Robinson Crusoe, del archipiélago Juan Fernández de Chile. ¿Cómo supieron los mayas que existía esa pequeña isla tan lejos de sus tierras, y más aún, cómo supieron que desde allí se podrían observar estos fenómenos planetarios? Son preguntas aún por contestar.

Alrededor del mundo, algunas culturas, como los indios Hopi de Norteamérica y religiones como las de la India, piensan que “el fin de una era” no significa necesariamente una destrucción física del planeta y la humanidad, sino el dejar atrás un mundo de codicia, guerras, pobreza espiritual, injusticia y sufrimiento, para lograr un ascenso, un renacimiento de la humanidad, donde prevalecerá el amor y el respeto entre todas las criaturas de la Tierra.