sábado, 1 de junio de 2013

EL ESPÍRITU DEL ANTICRISTO RESIDE EN LOS CONTINENTES OPULENTOS.

DEL CIELO A LA TIERRA


EL ESPÍRITU DEL ANTICRISTO RESIDE EN LOS CONTINENTES OPULENTOS, MATERIALISTAS Y TIRANOS DE LOS DUEÑOS DEL OCCIDENTE Y DEL ORIENTE DEL PLANETA TIERRA. SU MORADA ESTÁ INFESTADA DE DINERO, CORRUPCIÓN, VIOLENCIA Y BLASFEMIA CONTRA EL ESPÍRITU SANTO. 
EL PRÍNCIPE DE ESTE MUNDO HA CONQUISTADO LAS ALMAS CON EL BIENESTAR MATERIAL QUE PERMITE QUE POCOS TENGAN LO SUPERFLUO Y MUCHOS LO NECESARIO, MIENTRAS QUE MILES DE MILLONES DE SERES HUMANOS, ENTRE ADULTOS Y NIÑOS, VIVEN EN LA ESCLAVITUD, EN LA MISERIA, EN EL HAMBRE, EN LAS ENFERMEDADES Y EN LAS GUERRAS. 
EN VERDAD OS DECIMOS: HABÉIS SUPERADO EL LÍMITE DE LA TOLERANCIA Y DE LA MISERICORDIA DIVINAS. 
LA HISTORIA DEL DILUVIO UNIVERSAL, DE SODOMA Y GOMORRA, SE REPETIRÁN, LA PURIFICACIÓN SERÁ INDISPENSABLE Y EL JUICIO DE DIOS SE MANIFESTARÁ CON EL FUEGO, CON LA POTENCIA Y CON LA GLORIA. PARA LA ALEGRÍA DE LOS JUSTOS, DE LOS INOCENTES Y DE TODOS AQUELLOS QUE HAN AMADO A SU PRÓJIMO COMO A SI MISMOS. 
¡EL TIEMPO HA LLEGADO!
EL BRAZO DE LA JUSTICIA DIVINA DEL MESÍAS JESÚS-CRISTO SERÁ DEJADO LIBRE Y EL MISMO RECAERÁ SOBRE TODOS LOS PODEROSOS Y SUS SÚBDITOS QUE HAN CAUSADO EL GENOCIDIO MÁS GRANDE DE LA HISTORIA DE LA HUMANIDAD: LA TORTURA Y LA MUERTE DE MILES DE MILLONES DE NIÑOS. 
LOS BUENOS SERÁN LIBERADOS DE LA ESCLAVITUD IMPUESTA POR EL PRÍNCIPE DE ESTE MUNDO, EL DIOS DE LOS EJÉRCITOS ADONAY TRIUNFARÁ Y DONARÁ A LOS ELEGIDOS EL REINO DE JUSTICIA, PAZ Y AMOR, QUE SERÁ INSTAURADO EN ESTE MUNDO.
¡TENED LA CERTEZA DE ELLO!
¡PAZ!

DEL CIELO A LA TIERRA

Sant’Elpidio a Mare (Italia)
30 de Mayo de 2013 
23:28 horas
Giorgio Bongiovanni

¿CUÁNTOS NIÑOS ESCLAVOS TIENES EN EL CELULAR?

Millones de seres humanos, en condiciones de verdadera esclavitud, extraen raras materias primas de las minas africanas. Son los “minerales de conflicto”: para tu electrónica.
Todos los días millones de seres humanos, sometidos a condiciones de verdadera esclavitud, extraen raras materias primas de las minas de África. Son los “minerales de conflicto”: indispensables para garantizar el funcionamiento en movimiento de los videojuegos, computadoras laptop, MP3 y smartphones. Se llaman así porque esas minas pueden existir únicamente si la región está en guerra. 
Mientras que en Roma se cuentan los votos para decidir quién será el próximo alcalde y en Lóndres, en el Mercado Secundario, se amasan una y otra vez los valores del spread, en el mundo sigue saliendo a escena el espectáculo del horror. La esclavitud. El colonialismo mercantil depredador y salvaje. El apartheid. La discriminación de género. Las violaciones. Son todas prácticas contra las que se ha luchado. Que han sido oficialmente “abolidas” en la mayoría de las Naciones. Pero son todas prácticas que siguen en vigor de manera obstinada. Por suerte, de vez en cuando alguien intenta recordarnoslo.
El 6 de junio muchos diplomáticos, ex altos funcionarios de las Naciones Unidas y activistas contra la guerra se reunirán en una conferencia bajo la égida de una coalición de ONG (organizaciones no gubernamentales) y el tema será “Salvar a las futuras generaciones del flagelo de la guerra”.
Las primeras reacciones ante el anuncio han sido las mismas de siempre, inspiradas por el cinismo hiperrealista: “Es un argumento fútil”. A esta afirmación respondió velozmente la señora Jody Williams, Premio Nobel de la Paz en 1997, líder de la campaña mundial contra las minas antipersonales y promotora del evento: “No creo que trabajar para poner fin a las guerras sea un ejercicio de futilidad. Creo que tiene que haber un esfuerzo constante para desafiar a la opinión pública y convencerla de que la guerra no es inevitable... y creo que haría falta iniciar una seria educación sobre el argumento desde el momento en que los niños entran a la escuela (... y desde que toman el primer videojuego en sus manos, NdR)”.
En realidad la idea de eliminar las guerras tendría que manifestarse en las mentes de los políticos y de los hacedores de decisiones, forzar la visión de los líderes en el sector global de las armas y extenderse hasta la educación de los niños. Pero sobre todo hay que dejar de “promover la guerra como algo heróico y patriota”. Otro de los participantes de la Conferencia, Siddharth Chatterjee, jefe diplomático de la Federación Internacional de la Cruz Roja y de la Mezzaluna Rossa (IFRC), comentó: “Si el mundo no logra encontrar una salida a la guerra, entonces podemos declararnos derrotados como civilización. La sociedad civil puede y tiene que desempeñar efectivamente un rol fuerte en la prevención de las guerras”.
Si bien desde la creación de las Naciones Unidas, la comunidad internacional no haya vuelto a afrontar un conflicto de extensión global, como lo fuera la Segunda Guerra Mundial, el flagelo de la guerra (local) nunca desapareció. Casi 70 años después de la firma de la Carta de las Naciones Unidas, los conflictos vigentes siguen inflingiendo inimaginables sufrimientos alrededor del mundo entero. La actual crisis en Siria, por ejemplo, ya ha provocado más de 70.000 muertos y no se logra ver el fin. Según las últimas investigaciones, más de 1.75 trillones de dólares se destinan a nivel global a los armamentos, una suma que constituye alrededor del 2,5% del producto bruto interno mundial. 
Al respecto el Secretario General de la ONU Ban Ki-Moon, dice que “el mundo está demasiaso armado y no hay suficiente paz”.
Después está la cuestión del equilibrio del terror. Según algunos: “el miedo a las armas nucleares ha hecho más por la paz global que cualquier tratado”. “No, este razonamiento no es válido – responde la señora Williams – no es posible aportar pruebas de carácter ‘negativo’. La frase surge espontánea, porque no se puede verificar”. La vida de quien se ha criado bajo la amenaza de una guerra nuclear, ha quedado marcada para siempre. “Desde pequeña he tenido que encogerme con la máscara bien fija en la cara, debajo de mi pupitre en la escuela para aprender a protegerme durante un ataque nuclear. Pero me sentía completamente aterrorizada”. 
En el 1999, durante la Conferencia del Aia sobre la Paz y la justicia en el sigo 21º se lanzaron dos consignas: “La paz es un derecho humano”. “Es hora de abolir la guerra”. Estas afirmaciones fueron suscritas por 10.000 personas procedentes de más de 100 países. Desde aquel día la naturaleza misma del concepto de guerra cambió.
A pesar de todos estos llamados compartidos por varios la realidad de la Educación a la Paz es muy, muy distinta. En estos días cientos de grupos de Ciudadanía activa, en el mundo, están luchando contra una de las multinacionales que, más que las otras, contribuye de diferentes maneras a la Educación a la Guerra.
Se trata de la Nintendo, una especie de babysitter planetario a la que millones y millones de padres y de madres confían a sus hijos, niños y adolescentes. Además de las consolas de mesa, Nintendo ha producido varias consolas portátiles (Game Boy, Nintendo DS, 3DS y mini classic, Virtual Boy, Game&Watch, Pokemon mini). Sobre estos aparatos circulan más de 500 juegos. En 30 años se han vendido más de 570 millones de consolas y 3.500 millones de ejemplares de videojuegos. Una gran parte de estos “juegos” se basa en la violencia, la agresividad, la educación a la guerra. Una gran parte de estos “juegos” es cada vez más realísta y cada vez más capaz de afinar las capacidades de ataque y de destrucción que potencialmente corresponden a la facultad de los humanos.
Siguiendo la huella de la trágica balacera en una escuela elemental de Newtown, en Connecticut, los políticos de toda Norteamérica han apuntado el dedo recientemente contra los videojuegos. El mismo presidente Barack Obama ha pedido al Congreso que financie un estudio sobre los games violentos. En un artículo del San Francisco Chronicle, el Senador de California Leland Yee (democrático), dijo que la culpa de la violencias que desencadenan los jóvenes se debe casi totalmente a la Software House, que para vender más explotan el deseo de violencia y de lujuria de los jugadores.
Pero no solo esto. Las responsabilidades de la Nintendo no terminan aquí. En estos días, la Sociedad ya ha recibido 400.000 mails de todas las partes del mundo con el pedido de que no se utilicen en las consolas los “minerales de conflicto”. El 27 de junio, próximo al 124º aniversario, la sociedad japonesa tendrá en Kyoto su Asamblea General y en tal ocasión deberá responder a la pregunta: “En vuestras consolas hay minerales extraídos por hombres explotados en condiciones de esclavitud?”
En realidad la respuesta ya se sabe; y es ¡SI! La Nintendo, como muchas otras multinacionales de la electrónica de consumo y de la telefonía móvil, utiliza a manos llenas los Minerales de conflicto, es decir, materias primas raras que se extraen en condiciones de conflicto armado y de violaciones de los derechos humanos.
Las mineras se encuentran en particular en las provincias orientales de la República Democrática del Congo y son controladas por el ejército nacional congolés y por varios grupos armados rebeldes.
Los minerales que se extraen más comunmente son casiterita, wolfamita, coltan y oro. Se extraen en el Congo oriental y pasan a través de una serie de intermediarios antes de terminar comprados por empresas digitales multinacionales. Estos minerales son esenciales para la producción de una variedad de dispositivos, entre los cuales celulares, computer portátiles y lectores MP3.
Las mineras en el Congo oriental están ubicadas normalmente lejos de las zonas habitadas, en regiones remotas y peligrosas. Un estudio reciente indica que están presentes grupos armados en más del 50% de los sitos de extración y que dichos grupos armados obligan a los civiles a trabajar bajo amenaza de muerte. Mineros, inclusive los niños, trabajan con turnos incluso de 48 horas, en medio de desprendimientos y derrumbes de túneles que provocan la muerte de muchos de ellos. Los grupos armados, relacionados con grupos mercenarios o con el ejército nacional congolés, se valen de la violación y de la violencia para controlar a la población.
Los minerales extraídos, además del oro, son tres.
La Columbita-tantalita, llamada también coltan (término africano) es el mineral del que se extrae el tantalio. El tantalio se utiliza principalmente para la producción de condensadores, en particular para aplicaciones que requieren prestaciones elevadas, un pequeño formato compacto y elevada fiabilidad, como aparatos acústicos, pacemaker, airbag, GPS, computer portátiles, teléfonos celulares, consolas para videojuegos, videocámaras y fotocámaras digitales.
La Casiterita: es el principal mineral necesario para producir estaño, esencial para la soldadura de los circuitos de aparatos digitales y para la producción de latinas.
La Wolframita es una fuente importante del tungsteno. El tungsteno es un metal muy denso y se utiliza a menudo en mínimas cantidades en los dispositivos electrónicos, entre ellos el mecanismo de vibración de los teléfonos celulares.
En Italia la cuestión nunca ha llegado a los medios de comunicación, en cambio en Estados Unidos el tema se siente mucho. En abril del 2009, el senador Sam Brownback, a la luz de una ley específica denominada Mineral Conflict Law, propuso de pedir a la sociedad de electrónica que verificara y divulgara quienes son sus proveedores de casiterita, wolframita y tantalio. También la Securities and Exchange Commission (SEC) solicitó a algunas sociedades que hicieran público el uso de los minerales de los conflictos africanos en sus productos. Algunas estimaciones indican que el total de empresas estadunidenses en cuestión podría ser superior a 12.000.
La Organización para la cooperación y el desarrollo económico (OCSE) ha publicado una guía para la localización de los minerales de conflicto. A finales de marzo 2011, el gobierno británico publicó en el sito web del Foreign & Commonwealth Office una sección dedicada a los minerales de conflicto.
El asunto se está convirtiendo en una de las enésimas contradicciones del mundo occidental: una parte de nuestro bienestar está basado en el dolor ajeno. Ya no se puede fingir más que no lo sabemos.

Por Glauco Benigni - 30 de Mayo de 2013
Extraído de: megachip.globalist.it

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