jueves, 27 de junio de 2013

ISLA DE PASCUA - RAPA NUI - OVNIS EXTRATERRESTRES.



Una vez más, al tratar el tema de ruinas ancestrales veremos, al analizar vestigios de otras eras, cómo el estudio de estas moles arqueológicas de arquitectura imposible no requieren tanto de respuestas como de las preguntas correctas, y que la mayoría de las dudas que se generan en torno a ellas son simplemente la consecuencia de estar jugando con el dado equivocado, o estar mirando el árbol en lugar del bosque.


Un fenómeno particular que se dá en el caso de la Isla de Pascua, es que todos los misterios se hallan concentrados en un corto espacio geográfico, el cual, sin embargo, y como veremos más adelante, no es obstáculo para que subsistan sus innumerables enigmas ni impedimento suficiente para la existencia de una hipotética sociedad secreta (y decimos hipotética porque sinó no podríamos decir secreta).

La isla presenta una forma triangular muy similar a la forma del avión invisible Stealth norteamericano, constituye uno de los tres territorios habitados más aislados del planeta (se encuentra a 3700 kilómetros de Chile y a 4050 de Polinesia) y tiene una Superficie de 163,6 km2 (la isla más grande del Chile insular), una superficie llana de 19.000 hectáreas con poco suelo cultivable, una circunferencia de 56 kilómetros y una población estable de 3.791 habitantes asentados principalmente en su capital, Hanga Roa, que además es la única concentración urbana existente.

Sus coordenadas son 27°7?10?S 109°21?17?O / -27.11944, -109.35472, goza de un clima templado todo el año y se acerca a razón de 9 centímetros por año a la costa chilena, debido a un fenómeno de subducción de la placa tectónica sobre la cual se encuentra asentada (Nazca) y la placa sudamericana.

Actualmente está regida por un gobernador chileno (pasó a ser territorio de Chile en 1888) con el español como idioma oficial y se la utiliza para la cría de ovinos, siendo administrada la preservación de sus monumentos a través del Parque Nacional Rapa Nui. La UNESCO la declaró Patrimonio de la Humanidad en 1995.

La isla de Pascua se formó como consecuecia de erupciones volcánicas bastante comunes en el Pacífico, y se encuentra rodeada por un abismo de 3.600 metros de profundidad.

En cada vértice de este triángulo, se ubican tres volcanes inactivos: al norte el Maunga Terevaka que con sus 539 metros de altitud es el punto más alto de la isla; por el suroriente el Puakatike o Poike con 377 m y al surponiente el cráter del Rano Kau con 324 m, en cuyo interior existen diversas lagunas.
El nombre de la Isla

Su nombre tradicional es de orígen extranjero (aunque aceptado por los nativos), bautizada por los antiguos habitantes de Tahití: Rapa Nui, que significa “Isla Grande”, nombre que luego se hizo extensivo a sus pobladores, a quienes se comenzó a llamar “los Rapanui”.

En idioma autóctono, sus nombres son Te Pito o Te Henua, que significa “ El Ombligo del Mundo” (misma denominación que históricamente se le ha otorgado a otros grandes centros ancestrales como Cuzco, Delfos o Tiahuanaco) y Mata Ki Te Rangi (“Ojos que Miran El Cielo”).

El nombre conocido internacionalmente como Isla de Pascua le llegó a través del navegante holandés Jacob Roggeween quien la avistó el 5 de abril de 1722, día de la festividad religiosa cristiana de Pascua de Resurrección y la bautizó “Paasers” en holandés, luego traducido a “Pascua”.

Con la llegada del español Felipe Gonzáles, 48 años después, se realizaron los primeros estudios y registros, en los cuales los españoles indicaron como dato curioso que los habitantes de la isla eran muy distintos de los habitantes de las Américas, y que más bien parecían europeos.

La tradición informa que los primeros que llegaron a la isla tenían el pelo rojo, largas orejas y la piel blanca, (coincidencia casi universal en los textos ancestrales de todo el mundo), que fueron constructores de gigantescas estatuas, y que desaparecieron hace mucho tiempo.

Los nativos descubiertos por el holandés Roggeween, sumaban unos 4.000, pero 50 años después habían sido reducidos a 111 debido a la irrupción de traficantes de esclavos que se llevaron a Perú a todos los hombres físicamente capaces y con ellos, toda esperanza de transmisión de antigüas tradiciones y conocimientos.

Las leyendas actuales son contradictorias en muchos aspectos, y se encuentran muy contaminadas, tanto por las mezclas raciales como por las múltiples invasiones de culturas, tecnologías y religiones foráneas.

Los aborígenes practican desde antiguos tiempos, al igual que lo hacían los incas en Perú, el alargamiento de sus orejas como símbolo de distinción de clase.

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