martes, 23 de julio de 2013

TRITÓN PODRÍA TENER UN OCÉANO OCULTO BAJO SU SUPERFICIE.


Recreación de la vista de Neptuno desde la superficie de Tritón

Cuenta la mitología griega que Tritón nació de la unión del célebre dios de los océanos, Poseidón, y la diosa del mar tranquilo, Anfítrite. En las leyendas se nos presenta como una especie de sirena masculina y era un dios acuático que servía como mensajero de las profundidades marinas. En la realidad, Tritón es el gran satélite de Neptuno y se muestra como uno de los mundos más fríos que conocemos.

Sin embargo, durante esta semana la Agencia Aeroespacial NASA ha publicado un estudio que acerca Tritón a aquella idea mitológica del dios marino puesto que los astrónomos creen que bajo su superficie helada podría yacer un océano líquido.

La historia de este satélite es curiosa desde sus orígenes. Fue descubierto en 1846 por William Lassel, un fabricante de cerveza de Liverpool que pasaba sus tiempos de ocio observando el cielo y dedicándose a la astronomía como hobby. Apenas un par de semanas antes, los alemanes Galles y d'Arrest habían descubierto el planeta Neptuno, y Lassel apuntó el telescopio que él mismo había construido hacia aquella zona del cielo nocturno, percatándose de que junto al planeta orbitaba una luna a la que finalmente se llamó Tritón.

Es un mundo sorprendente. Su superficie es una capa helada formada mayoritariamente por nitrógeno y metano que, como un manto blanco, oculta su núcleo rocoso y metálico. Bajo esa capa rugosa de hielo se encuentra un interior activo que deja escapar grandes geiseres de nitrógeno líquido que alcanzan hasta ocho kilómetros de altura.

Imagen de la superficie de Tritón tomada en 1989 por la sonda Voyager 2

Lo que pueda haber entre el núcleo rocoso de Tritón y su superficie helada es un misterio ya que los datos con los que contamos son insuficientes. Hay que tener en cuenta que desde 1989, año en el que la sonda Voyager 2 pasó junto al satélite de Neptuno, ninguna sonda o misión ha visitado aquel lugar por lo que los astrofísicos tienen que realizar sus estudios en función de otros datos y simulaciones, como por ejemplo su órbita y sus posibles mareas.

Tritón presenta una órbita diferente a la mayoría de satélites del sistema solar, lo que apunta a que no se formó junto a Neptuno sino que fue capturado por la gravedad del gigante gaseoso. Los investigadores creen que esta órbita elíptica retrógrada causa grandes mareas que, debido a la fricción, otorga una fuente de calor extra al interior del planeta.

Esta fricción de las mareas, unida a la energía procedente del núcleo, parece indicar que el interior del satélite podría no estar congelado completamente y abre la puerta a un océano líquido de nitrógeno bajo la capa helada de la superficie.

Este nuevo estudio basa sus resultados en el grosor del manto helado que cubre Tritón. Aquí está la cuestión: si la capa de hielo es delgada, las fuerzas de las mareas serán más potentes y el calentamiento será mayor. Si la capa es más gruesa, el satélite sería más rígido y por tanto las mareas aportarían menos calor al interior.

Uno de los investigadores responsables del estudio de la NASA, el geólogo Saswata Hier-Majumder de la Universidad de Maryland, afirma que es muy probable que este océano exista y además sea rico en amoníaco, lo cual ayudaría a mantener líquido bajo el hielo de la superficie. No obstante, aún existen muchas incógnitas por resolver ya que apenas contamos con datos exactos de lo que se esconde bajo el manto helado que cubre la mayor luna de Neptuno. Para confirmar fehacientemente la existencia de este océano líquido aún necesitamos ampliar nuestros conocimientos sobre la composición y funcionamiento del interior de Tritón, algo a lo que ayudaría en gran medida el enviar alguna sonda al satélite. La crisis presupuestaria que atraviesa la ciencia y en concreto la NASA parecen hacer inviable esta misión en estos momentos.

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