viernes, 20 de septiembre de 2013

LAS TABLAS ESMERALDA DE THOTH TABLA IV * EL NACIDO DEL ESPACIO *.



Escucha, oh hombre, la voz de la sabiduría, escucha la voz de THOTH, el Atlante.

Libremente doy a ustedes mi sabiduría, reunida del tiempo y espacio de este ciclo; maestro de los misterios, SOL de la mañana, viviendo por siempre, un niño de la LUZ, brillando con resplandor, estrella de la mañana.

THOTH el maestro de los hombres, es de TODOS. Hace mucho tiempo, yo en mi niñez, yacía debajo de las estrellas en la hace tiempo enterrada ATLÁNTIDA, soñando con los misterios lejos de los hombres.

Entonces en mi corazón creció un gran anhelo por conquistar el camino que guiaba a las estrellas. Año tras año, busqué la sabiduría, buscando nuevo conocimiento, siguiendo el camino, hasta que al fin mi ALMA, en gran labor, se liberó de su esclavitud y se apartó.

Libre fui de la esclavitud del hombre terrestre. Libre del cuerpo, destellé a través de la noche. Abierto para mí, al fin, estaba el espacio estelar. Libre fui de la esclavitud de la noche. Ahora en el fin del espacio busqué sabiduría, mucho más allá del conocimiento del hombre finito.

Lejos en el espacio, mi ALMA viajó libremente hacia el círculo de luz de la infinidad. Extraños, más allá del conocimiento, eran algunos de los planetas, grandes y gigantes, más allá de los sueños de los hombres.

No obstante encontré la Ley, en toda su belleza, trabajando a través y entre ellos como aquí entre los hombres.

Proyecté mi alma a través de la belleza de la infinidad, lejos a través del espacio volé con mis pensamientos.

Descansé ahí en un planeta de belleza. Variedades de armonía llenaban el aire.

Formas habían, moviéndose en Orden, grandes y majestuosas como estrellas en la noche; organizadas en armonía, en equilibrio ordenadas, símbolos de lo Cósmico, como en la Ley.

Muchas de las estrellas pasé en mi viaje, muchas de las razas de los hombres en sus mundos; algunos llegando alto como las estrellas de la mañana, algunos cayendo bajo en la negrura de la noche.

Todos y cada uno de ellos luchando, ganando las alturas y sondando, moviéndose a veces en los planos de la brillantez, viviendo a través de la oscuridad, ganando la Luz.

Sabe, oh hombre, que la Luz es tu herencia. Sabe que la oscuridad solamente es un velo. Sellado en tu corazón está el resplandor eterno, esperando el momento de libertad para conquistar, esperando por desgarrar el velo de la noche.

Algunos encontré que habían conquistado lo etéreo. Libres del espacio estaban ellos no obstante eran hombres. Usando la fuerza que es la base de TODAS las cosas, lejos en el espacio construyeron ellos un planeta, atraídos por la fuerza que fluye a través de TODO; condensando, fusionando lo etéreo en formas, que crecieron como ellos desearon.

Aventajados en ciencias, ellos, todas las razas, poderosos en sabiduría, hijos de las estrellas. Largo tiempo me detuve, observando su sabiduría. Los vi crear de las gigantescas ciudades etéreas de rosas y oro. Formadas del elemento primario, base de toda la materia, lo etéreo extenso.

Lejos en el pasado, ellos habían conquistado lo etéreo, liberados de la esclavitud del trabajo duro; formaban en su mente solamente una imagen y rápidamente se creaba, crecía.

Después, mi alma se apresuró, a través del Cosmos, siempre viendo, cosas nuevas y viejas; aprendiendo que el hombre verdaderamente es nacido del espacio, un Sol del Sol, un hijo de las estrellas.

Sus cuerpos no son nada más que planetas girando alrededor de sus centros solares.

Cuando hayan ganado la luz de toda la sabiduría, libres serán para brillar en lo etéreo - uno de los Soles que brilla en la oscuridad exterior - uno de los nacidos del espacio que llegó a ser Luz.

Así como las estrellas a tiempo pierden su brillo, la luz pasa de ellas a la gran fuente, así, oh hombre, el alma pasa hacia delante, dejando detrás la oscuridad de la noche.

Formado tú, de lo etéreo primario, lleno con el brillo que fluye de la fuente, atado por lo etéreo fusionado alrededor, no obstante siempre ardiendo hasta que, al fin, eres libre.

Viajé yo a través del espacio-tiempo, sabiendo que mi alma, al fin, era puesta en libertad, sabiendo que ahora debo buscar la sabiduría. Hasta que al final, pasé a un plano, oculto del conocimiento, no conocido para la sabiduría, una extensión más allá de todo lo que conocemos.

Ahora, oh hombre, cuando tuve este conocimiento, feliz mi alma creció, puesto que ahora era libre. Escucha, tu nacido del espacio, escucha mi sabiduría; no sabes que tú, también, serás libre.

Escucha nuevamente, oh hombre, a mi sabiduría, que escuchando, tú también, puedes vivir y ser libre. No de la tierra eres tú – terrestre, sino hijo de la Infinita Luz Cósmica.

¿No sabes tú, oh hombre, de tu herencia? ¿No sabes que tú eres verdaderamente de la Luz? Sol del Gran Sol, cuando ganas sabiduría, verdaderamente conciente eres de tu parentesco con la Luz.

Ahora, a ti, doy mi conocimiento, libertad para andar por el camino que he caminado, mostrándote verdaderamente cómo, con esfuerzo, anduve por el camino que lleva a las estrellas.

Escúchate, oh hombre, y conoce tu esclavitud, sábete cómo liberarte de los problemas. Fuera de la oscuridad te elevarás, uno con la Luz y uno con las estrellas.

Sigue siempre el camino de la sabiduría. Solamente desde aquí te elevas desde abajo. El destino del hombre siempre lo lleva hacia delante, hacia las Curvas del TODO infinito.

Sábete, oh hombre, que todo el espacio está ordenado. Solamente por medio del Orden eres Uno con el TODO. El Orden y el Equilibrio son la Ley del Cosmos. Síguela y serás Uno con el TODO.

Aquel que siguiera el camino de la sabiduría, abierto debe estar a la flor de la vida, extendiendo su conciencia fuera de la oscuridad, fluyendo a través de tiempo y del espacio en el TODO.

Profundo en el silencio, primero debes perdurar hasta que al fin seas libre del deseo, libre del anhelo de hablar en el silencio.

Conquista por el silencio, la esclavitud de las palabras. Absteniéndote de comer hasta que hayamos conquistado el deseo por la comida, que es la esclavitud del alma.

Después yace en la oscuridad. Cierra tus ojos de los rayos de la Luz. Centra tu fuerza del alma en el lugar de tu conciencia, liberándola de las ataduras de la noche.

Coloca en tu mente la imagen que desees. Imagina el lugar que desees ver. Vibra de aquí para allá con tu poder. Desaten el alma de su noche. Ferozmente debes sacudirte con todo tu poder hasta que al final su alma sea libre.

Poderosa más allá de las palabras es la flama de lo Cósmico, colgando en los planos, desconocida para el hombre; poderosa y equilibrada, moviéndose en Orden, música de las armonías, mucho más allá del hombre.

Hablando con música, cantando con color, arde desde el inicio de TODA la eternidad. Chispa de la flama son ustedes, oh mis niños, ardiendo con color y viviendo con música. Escuchen la voz y ustedes serán libres.

La libre conciencia está fusionada con lo Cósmico, Una con el Orden y Ley del TODO. Que no sabes hombre, que de la oscuridad, la Luz surgirá, un símbolo del TODO.

Haz esta oración por logro o sabiduría. Ora por la llegada de la Luz al TODO.

Poderoso ESPÍRITU de LUZ que brilla a través del Cosmos, lleva mi flama más cerca en armonía hacia ti.

Eleva mi fuego de la oscuridad, magneto del fuego que Uno con el TODO. Eleva mi alma, tú poderoso y fuerte.

Hijo de la Luz, no te apartes. Llévame en poder para fundirme en tu horno; Uno con todas las cosas y todas las cosas en Uno, fuego del esfuerzo de vida y Uno con el Cerebro.

Cuando hayas liberado tu alma de su esclavitud, sábete que para ti la oscuridad se ha ido. Siempre a través del espacio puedes buscar sabiduría, atados no están los grilletes en la carne.

Hacia delante y arriba hacia la mañana, destella libre, oh Alma, hacia los planos de la Luz. Muévete en Orden, muévete en Armonía, libremente te moverás con los Hijos de la Luz.

Busca y conoce, mi LLAVE a la Sabiduría. Así, oh hombre, seguramente serás libre.

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