jueves, 5 de septiembre de 2013

TIAHUANACO (BOLIVIA).



Tiahuanaco

Tiahuanaco es uno de los yacimientos arqueológicos americanos que ha creado más polémica y teorías fantásticas entre los investigadores. A día de hoy nadie sabe con seguridad quién construyó esta ciudad preincaica. No hay nombres ni ningún tipo de escritura conocida grabada en las piedras. Los arqueólogos han investigado cómo debió ser esta civilizacióna través de su cerámica, escultura, tejidos, madera, metalurgia, arquitectura y patrones de comportamiento que podrían haber sobrevivido hasta la actualidad. Sus sucesores, los incas, tampoco hacen ninguna referencia a los antiguos habitantes de Tiahuanaco.

Situada al sureste del lago Titicaca, en lo que hoy es el Departamento de la Paz, fue una de las ciudades más altas del mundo (3.870 metros sobre el nivel el mar). Hoy quién visite Tiahuanaco todavía puede ver los magníficos edificios que han quedado en pie, construcciones hechas a base de enormes piedras de arenisca roja que dan un color muy característico al complejo.

Hacia el 300 d.C., los constructores de Tiahuanaco extrayeron la piedra de canteras locales y la trasladaron a través del lago Titicaca hasta el lugar donde se iba a levantar el complejo. Una de las canteras se ha localizado en la orilla opuesta del lago, desde donde se cree que los bloques eran transportados mediante barcos de junco. Una vez llegaban a la zona de construcción, se daba forma a los bloques y se cortaban a medida para que encajaran entre ellos.


Las mayores construcciones de Tiahuanaco no están perfectamente alineadas unas con otras, aunque originalmente sí debió haber alguna orientación astronómica para los edificios en su concepción individual. La falta de planificación que se ve a simple vista no fue tal, ya que gran parte de las estructuras que componían la ciudad estaban hechas de adobe, del que hoy ya no queda nada. Los templos y los edificios administrativos que quedan en pie estaban orientados a estas construcciones de adobe y a las calles de la antigua ciudad.

Según Alan Kolata, uno de los más reputados arqueólogos que ha estudiado Tiahuanaco, en su momento álgido la ciudad llegó a tener entre 15.000 y 20.000 habitantes. Él interpreta la ciudad de Tiahuanaco como un centro económico y político de un estado de una gran extensión, con un gobierno basado en una aristocracia con relaciones de poder derivadas del clientelaje. Su economía consistiría en la explotación de los recursos del lago Titicaca, una ganadería extensiva de llamas y alpacas, y lo más importante, una agricultura intensiva en terrazas en las tierras bajas y cerca de los lagos.

Según este investigador, el colapso de la civilización que construyó y habitó Tiahuanaco fue debida a cambios climatólogicos en la zona. Una sequía que comenzaría hacia 1100 d.C. y seguiría durante una centuria devastó su característica producción agrícola, una agricultura intensiva en terrazas que según Kolata fue uno de los grandes logros de esta cultura. Hay muchas teorías respecto al porqué del final de Tiahuanaco, pero ninguna totalmente confirmada.


Se ha relacionado el crecimiento de la civilización Huari y la de Tiahuanaco, y la mayoría de investigadores están convencidos de que estas dos culturas estaban interrelacionadas de alguna manera. Las dos culturas colonizaron tierras distantes y tenían su centro de influencia en grandes ciudades preindustriales que sobrepasaban los 15.000 habitantes. La cultura Huari emergío posteriormente a la de Tiahuanaco, entre el 600 – 800 d.C., tuvo una vida algo más corta e incorporó muchas de las representaciones culturales de Tiahuanaco. Igual que Tiahuanaco, Huari también prosperó gracias a la agricultura intensiva en terrazas.

Con la decadencia de Huari y de Tiahuanaco, se volverá a culturas más locales y sin tanto radio de influencia. Durante 400 años habrá una regresión en las culturas andinas, la población abandonará las ciudades y volverá a dispersarse en pequeñas aldeas. Hasta principios de 1500 d.C., con el apogeo de la civilización incaica.

PUMA PUNKU

Puma Punku está a sólo unos 2 km de Tiahuanaco, en dirección hacia el lago Titicaca. Son las ruinas de otra gran pirámide similar en estilo y función a la de Akapana, en el complejo principal, aunque un poco más pequeña. Los enormes bloques de piedra de esta gran construcción están tallados con una habilidad y exactitud impresionantes, sobre todo para una cultura que no conocía las herramientas de hierro.

Se estima que Puma Punku se levantó como parte del gran complejo de Tiahuanaco, hacia el año 700 d.C., aunque el tipo de construcción es diferente a la de este último. Aquí las piedras no encajaban unas con otras, como en Tiahuanaco, sino que estaban sujetas entre sí por grapas metálicas. Tampoco hay estatuas ni decoración como la que se encuentra en Tiahuanaco, sino que las piedras están adornadas con diseños geométricos tallados con gran precisión. Son una de las ruinas que más atracción ejercen sobre los escritores que teorizan sobre la visita de alienígenas a la tierra. La razón: un trabajo de la piedra con una precisión muy difícil de explicar. Si os gustan las teorías conspiranoicas aquí tenéis un filón.


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