lunes, 28 de octubre de 2013

CHILE, LA TIERRA DE LAS OPORTUNIDADES PARA LOS ASTRÓNOMOS.



Jorge Barreno Santiago de Chile, 26/10/2013 00:44 horas


De la guerra, a la ciencia y de la ciencia al público en general. Es una premisa que suele repetirse en la producción de artículos científicos que pasan a ser bienes de consumo, muchos de los cuales se prueban primero en estaciones y naves espaciales.

Uno de estos lugares habituales para probar nuevos inventos son los telescopios de observación astronómica de última generación, tres de los cuales, La Silla, Paranal y ALMA, se encuentran en Chile. Todos están situados en el desierto de Atacama, el mejor lugar del mundo para la observación del cosmos debido a la altura y a las condiciones atmosféricas, y son operados por la ESO (Observatorio Europeo Austral).

La Silla está emplazado a 2.400 metros de altura en la región de Coquimbo, a unos 600 kilómetros de Santiago y cuenta con una serie de telescopios ópticos con espejos de hasta 3,6 metros de diámetro. Paranal, en tanto, está a 2.600 metros de altura, a unos 1.360 kilómetros de Santiago, en la región de Antofagasta y alberga entre otros el emblemático 'Very Large Telescope' (VLT).

Finalmente, Chajnantor se halla a 5.104 metros de altura, en la misma región y acoge el radiotelescopio ALMA, compuesto por 66 antenas que operan de forma combinada para captar señales desde el espacio invisible.

Este complejo es considerado por los expertos como uno de los mejores lugares para la práctica radio astronómica y se enmarca enel proyecto APEX Observatory, proyecto que es operado en Chile por ESO, el Instituto Alemán Max Planck y el Observatorio Espacial de Onsala (Suecia).

Por si fuera poco, la ESO está construyendo un nuevo y revolucionario telescopio, el 'European Extremely Large Telescope' (E-ELT), el Telescopio Europeo Extremadamente Grande, que tendrá un diámetro de casi la mitad de la longitud de un campo de fútbol, 39 metros, y que reunirá 15 veces más luz que los telescopios ópticos que operan hoy en día.
Científicos afortunados.


Chile cuenta hoy en día con casi el 50% de la capacidad de observación astronómica del planeta. Y se espera que con el E-ELT se llegue al 70%, por lo que este país se ha convertido en uno de los mejores lugares del mundo para formar astrónomos. Uno de estos astrónomos es el griego Theodoros Nakos, que desde hace varios años trabaja en ALMA.

El científico se siente muy contento de poder hacer lo que le gusta y tiene muy claro que la Astronomía es una ciencia moderna con altos requerimientos tecnológicos, que depende en gran medida del conocimiento colaborativo.

"Estamos en un sitio maravilloso, el desierto de Atacama. Mucha gente sueña con venir hasta aquí de paseo, así que tenemos mucha suerte de estar haciendo lo que nos gusta en un lugar tan lindo", comenta el científico griego a Elmundo.es.

Medio siglo en Chile

Durante estos días el Observatorio Europeo Austral (ESO) celebra sus 50 años en Chile con una serie de actividades y con la participación de destacados expertos, entre los que se incluye el astronauta español, Pedro Duque, entre otros.

"La relación entre ESO y Chile es un ejemplo de los grandes logros que se pueden alcanzar gracias a la colaboración internacional. A través de ESO hemos fortalecido los lazos en el ámbito científico y en la astro-ingeniería con cada uno de los Estados miembros que conforman esta organización", indicaba Gabriel Rodríguez, embajador de Ciencia y Tecnología, durante el lanzamiento oficial de los eventos.

"Hace 50 años teníamos ocho astrónomos y hoy en día estamos en los 100-120 astrónomos. Esto se debe a que Chile tiene un acceso del 10% del tiempo total de observación en todos los telescopios operados por la ESO, es decir, más que Alemania y Francia juntos", comentaba el embajador.

"Los estudios en astronomía están avanzando a pasos agigantados en Chile. Muchos de nuestros físicos se van un tiempo a estudiar fuera del país y en nuestras universidades existen cuatro programas de doctorado en Astronomía", manifestó orgulloso Gabriel Rodríguez.

Sin embargo, "esta posibilidad de observación debe determinar también exigencias. Si queremos mantener este laboratorio natural de la astronomía tenemos que cuidar que nuestros cielos estén oscuros. De hecho, estamos estudiando la posibilidad de declarar los sitios astronómicos Patrimonio de la Humanidad", anunció el encargado de Ciencia y Tecnología.

"Un país que quiere saltar al desarrollo no sólo tiene que sacar provecho del buen precio del cobre, también tiene que tener ciencia básica importante para formar capital humano avanzado. Y la astronomía es una enorme oportunidad para ello", añadió.

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