martes, 12 de noviembre de 2013



DEL CIELO A LA TIERRA

HE ESCRITO EL 12 DE NOVIEMBRE DE 2013:

¡PAPA FRANCISCO!

RECONOCEMOS SU CORAJE Y SU SED DE JUSTICIA.

¡LEED Y MEDITAD!

¡...PECADORES SÍ, CORRUPTOS NO! LOS CRISTIANOS CORRUPTOS, LOS SACERDOTES CORRUPTOS! SEPULCROS BLANQUEADOS QUE MERECEN, LO DICE JESÚS, NO LO DIGO YO, QUE LES ATEN AL CUELLO UNA PIEDRA DE MOLINO Y SEAN TIRADOS AL MAR.... EL APÓSTOL JUAN DICE QUE LOS CORRUPTOS SON EL ANTICRISTO”.

Girogio Bongiovanni

San Giovanni (Italia)

12 de Noviembre de 2013

PAPA FRANCISCO: «QUIEN ROBA AL ESTADO Y DONA A LA IGLESIA ES UN HIPÓCRITA CORRUPTO»

Advierte que «los cristianos corruptos y los sacerdotes corruptos hacen mucho daño a la Iglesia»

Con palabras muy duras y, al mismo tiempo, muy claras, el Papa Francisco advirtió que «la doble vida de un cristiano hace mucho daño, mucho daño». Y todavía más cuando se utiliza hipócritamente la religión para «blanquear» la injusticia o la corrupción.

En su homilía de la misa de las siete de la mañana en Casa Santa Marta, el Papa desenmascaró al «cristiano de doble vida que dice ‘¡Yo soy un benefactor de la Iglesia! Meto la mano en mi bolsillo y hago donativos a la Iglesia’. Pero con la otra mano roba al Estado o a los pobres… ¡roba!». El diagnóstico del Papa es claro: «Es un injusto, y eso es doble vida. Y merece –lo dice Jesús, no lo digo yo- que le aten al cuello una rueda de molino y lo echen al mar. Jesús no habla de perdón aquí».

El obispo de Roma explicó la diferencia, importantísima, entre «pecar y escandalizar». El pecador se reconoce como tal, y por eso recibe el perdón de Dios todas las veces que lo necesite. Sin límites. En cambio, el hipócrita se finge justo y, con eso, provoca escándalo. El Papa recordó que «Jesús dijo ‘¡Ay de quien cause escándalo!’. No habla de pecado sino de escándalo, que es otra cosa».

Una vez más, el Santo Padre reconoció que «pecadores lo somos todos, pero en cambio no podemos ser corruptos». El corrupto «intenta engañar, y donde hay engaño no está el Espíritu de Dios. Esta es la diferencia entre el pecador y el corrupto».

Con toda claridad denunció que «un cristiano que presume de ser cristiano pero no vive como cristiano, es un corrupto. Todos conocemos alguno así… ¡Y cuánto daño hacen a la Iglesia! Los cristianos corruptos, los sacerdotes corruptos, ¡hacen mucho daño a la Iglesia!».

En realidad son «una podredumbre blanqueada. Eso es la vida del corrupto. Y Jesús no les llamaba ‘pecadores’ sino ‘hipócritas’. A los pecadores, no se cansaba de perdonarles».

Para entender bien las palabras del Papa hay que fijarse siempre en el contexto. No es lo mismo una encíclica o un discurso formal, que una homilía breve, coloquial y sin papeles en una misa para un grupo reducido. Aun así, el mensaje del Papa está claro: al pecador arrepentido hay que perdonarle; al corrupto no. Y todavía menos cuando, hipócritamente, se finge cristiano ejemplar para disimular su robo, su injusticia o su vileza.

Juan Vicente Boo – Corresponsal en el Vaticano

11 de Noviembre 2013

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