China se ha convertido en una superpotencia industrial en un periodo relativamente breve de tiempo. Su incorporación al capitalismo, su apertura a los mercados internacionales y su rápida ascensión económica están teniendo severas consecuencias medioambientales claramente visibles, incluso desde el espacio.
La contaminacion del aire en China alcanza maximos historicos - imagen yfchan flickr cc
Con una población estimada superior a los 1.340 millones de habitantes, y a pesar de los polémicos esfuerzos de su gobierno para mantener a raya la demografía, China es el país más poblado del mundo y su potente industrialización está dejando al descubierto algunos de los grandes inconvenientes de un crecimiento tan repentino.
Decía Umberto Eco que el día en que los chinos descubrieran el papel higiénico, el Amazonas lo iba a pasar muy mal. Esta ocurrente cita viene a poner de manifiesto la clara correspondencia entre una población gigantesca y los perjuicios que conlleva satisfacer las necesidades del modo de vida occidental al que China se va incorporando.
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Para que os hagáis una idea de esta súbita industrialización asiática os dejo con una comparación con otra de las grandes potencias contaminadoras. Las cifras de 2011 muestran que Estados Unidos produjo 5.42 millones de kilotoneladas de dióxido de carbono, mientras que en ese mismo año China ya casi doblaba esa cantidad con 9.7 millones de kilotoneladas de dióxido de carbono.
El ejemplo más claro de esta nueva situación es la altísima contaminación en el aire de numerosas provincias del país.
La fotografía superior corresponde a inicios de este año que ahora termina, concretamente el 03 de enero de 2013, y se tomó utilizando MODIS, el espectro-radiómetro de imágenes de resolución moderada del Satélite Terra de la NASA.
Ya en aquel momento la contaminación del aire en el país asiático superaba en muchos puntos las indicaciones de salubridad aconsejadas por la Organización Mundial de la Salud. Recordemos que la OMS considera seguro el ambiente cuando existen menos de 25 microgramos de partículas menores de 2,5 micras por metro cúbico de aire, y que cuando se concentran más de 300 microgramos existe un serio peligro para la salud de los seres humanos.
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