miércoles, 30 de abril de 2014

LA DESTRUCCIÓN DE JERUSALEN, COMPARADA Y CONTRASTADA CON LA TRIBULACIÓN DEL FINAL DE LOS TIEMPOS.





Lucas 21:20-24

El Discurso del Monte de los Olivos (Mateo 24, Lucas 21, etc.) responde dos importantes preguntas que hicieron los discípulos:

1. “¿Cuándo serán estas cosas?” (Mateo 24:3). Esto se refiere a la destrucción de Jerusalén mencionada en Mateo 23:38 y Mateo 24:2.

2. “¿Qué señal habrá de tu venida y del fin del siglo?” (Mateo 24:3).

Esperamos, pues, que el discurso del Monte de los Olivos comente dos cosas: 1) La destrucción de Jerusalén; 2) La venida del Señor al final del siglo.

Antíoco Epífanes trajo sobre el templo judío una abominación desoladora, sacrificando allí incluso un animal (Daniel 8:9, etc.), y esto prefiguró una futura profanación del templo que tendrá lugar durante el tiempo del anticristo al final del siglo, específicamente, a la mitad de la semana 70 de Daniel. De igual manera, el asedio de Jerusalén y el terrible tiempo de angustia del año 70 D.C. prefigura el futuro asedio de Jerusalén al final de los tiempos. No es poco usual que el Señor use un suceso histórico para prefigurar un evento futuro que comparte con él varias similitudes.

Hace varios años, J.C. Ryle, que no era por cierto no era dispensacionalista, hizo la siguiente observación (Expository Thoughts in the Gospels, en sus comentarios bajo Mateo 24): “Pero no debemos suponer que esta parte de la profecía del Señor se agota con la primera toma de Jerusalén. Es más que probable que las palabras de nuestro Señor tengan una aplicación ulterior y aún más profunda. Es más que probable que se apliquen a un segundo asedio de Jerusalén que aún debe tener lugar cuando Israel haya vuelto a su propio país y, por tanto, a una segunda tribulación de sus habitantes, que sólo terminará a la venida de nuestro Señor Jesucristo. Tal visión sobre este pasaje podrá parecer sorprendente a algunos. Pero los que dudan de su validez harían bien en estudiar el último capítulo del profeta Zacarías y el último capítulo de Daniel”.

El pasaje clave que habla del asedio del año 70 D.C. se encuentra en Lucas 21:20-24. Al considerar estos versículos, observaremos algunas notables similitudes entre este asedio y el que sucederá al final del tiempo. Debemos también observar algunas diferencias significativas.

Lucas 21:20. “Pero cuando viereis a Jerusalén rodeada de ejércitos, sabed entonces que su destrucción ha llegado”.

SEMEJANZAS: La destrucción de Jerusalén incluía “desolación” tal como habrá “desolación” al final de los tiempos (Mateo 24:15).

DIFERENCIAS: La señal que dio el Señor para la destrucción de Jerusalén era esta: Verán a Jerusalén rodeada de ejércitos. La señal que el Señor dio para Su segunda venida al final de los tiempos era muy específica: Verán la abominación desoladora a la cual se refiere Daniel 9:27 en el lugar santo (el templo). Ver Mateo 24:15. En el año 70 D.C. el templo fue destruido y no quedó piedra sobre piedra; al final del tiempo el templo estará en pie con la imagen de la bestia en su interior (Apocalipsis 13:2; 2 Tesalonicenses 2).

Lucas 21:21. “Entonces los que estén en Judea, huyan a los montes, etc.”

SEMEJANZAS: En el tiempo de la abominación desoladora al final de los tiempos también habrá una HUIDA (Mateo 24:16). En el año 70 D.C. y en la mitad de la semana 70 de Daniel, Jerusalén no es un lugar en el cual tú, como judío, quisieras estar. Sal de allí tan pronto como puedas. La necesidad urgente de huir de la ciudad santa será igual, tres años y medio antes de la segunda venida del Señor.

Lucas 21:22. “Porque estos son días de retribución, para que se cumplan todas las cosas que están escritas”.

SEMEJANZAS: Dios cumplirá Su Palabra respecto a Su juicio prometido en 70 D.C. (como está predicho en Lucas 21:6 etc.), tal como Dios cumplirá Su Palabra respecto a todas Sus predicciones que se relacionan con el final de los tiempos (Mateo 24:34-35).

DIFERENCIAS: La destrucción de Jerusalén incluye “venganza” y un severo juicio sobre los judíos. Por el contrario, la venida de Cristo al final de los tiempos traerá liberación para los judíos. Note Jeremías 30:7 y la esperanza de liberación, muy distinto del año 70 D.C., cuando no hubo liberación, sino solamente destrucción.

Lucas 21:23. “Mas ¡ay de las que estén encintas, y de las que críen en aquellos días! porque habrá gran calamidad en la tierra, e ira sobre este pueblo”.

SEMEJANZAS: Nótese el lenguaje idéntico en Mateo 24:19, “Mas ¡ay de las que estén encintas, etc!” También la semejanza entre “gran calamidad” y “gran tribulación” (Mateo 24:21). [Nota: la palabra “calamidad” que se usa en Lucas es una palabra diferente, aunque similar en significado a “tribulación”. Significa “catástrofe, infortunio, desgracia”—Thayer]. Sabemos que la ira y el juicio de Dios caracterizarán también el período de la tribulación del final del tiempo.

DIFERENCIAS: Lucas no dice que esta “gran calamidad” será el tiempo de la mayor calamidad que el mundo jamás conoció, pero la tribulación, que está asociada a la venida del Señor y al final de los tiempos, es descrita así (Mateo 24:21). Aunque los horrores del año 70 D.C. no deben ser minimizados (un millón de judíos murieron y muchos miles fueron esclavizados), no debemos olvidar los millones de judíos que han sido asesinados en el siglo 20 y debemos recordar que un tiempo de angustia aún mayor está por delante (Zacarías predijo que dos tercios de la nación serían cortados o que morirían en un tiempo de infortunio futuro –Zac.13:8). En el año 70 D.C. la calamidad estaba centralizada “en la tierra”, en Judea, mientras que la gran tribulación será experimentada a escala mundial (Ap.3:10). En el año 70 D.C. la ira de Dios se derramaría sobre “este pueblo” (los judíos), en tanto que en la tribulación final la ira de Dios será derramada sobre todas las naciones (Apocalipsis 6:15—“reyes de la tierra” etc.).

Lucas 21:24. “Y caerán a filo de espada, y serán llevados cautivos a todas las naciones; y Jerusalén será hollada por los gentiles, hasta que los tiempos de los gentiles se cumplan”.

SEMEJANZAS: Tal como en el año 70 D.C. Jerusalén estaba bajo el dominio de los romanos, así Jerusalén también estará bajo el dominio de la “bestia” (Ap.13) al final de los tiempos.

DIFERENCIAS: En el año 70 D.C. los judíos fueron llevados cautivos a todas las naciones, pero al final de los tiempos ellos serán reunidos de todas las naciones y serán restaurados a su tierra (Mateo 24:31 y muchos versículos en los profetas del Antiguo Testamento, como Jeremías 16:14-15; Isaías 43:5-7; Jeremías 23:7-8; Jeremías 31:7-10; Ezequiel 11:14-18; Ezequiel 36:24; Isaías 11:11 y siguientes). En el año 70 D.C. Jerusalén fue hollada por los gentiles, una situación que ha continuado y perdurado por muchos siglos, pero cuando Cristo venga al final de la tribulación, el tiempo de los gentiles llegará a su fin (Daniel 2:44-45).

Nota: Hay muchos hoy día que enseñan que la venida de Cristo mencionada en Mateo 24 no se refiere a Su venida al final de los tiempos, sino que se refiere a Su venida en juicio en al año 70 D.C. (aunque nadie lo vio realmente venir en ese tiempo). Ellos nos acusan de enseñar un “rapto secreto”, pero ellos enseñan una “venida secreta” en juicio que no fue vista por nadie. Aquí van solamente dos de los numerosos problemas que tal punto de vista crea:

1) Si la “gran tribulación” de Mateo 24 es la destrucción de Jerusalén por los romanos, entonces ¿cómo puede la destrucción de Jerusalén en el año 70 D.C. ser igualada a la venida de nuestro Señor? Mateo 24:29-30 enseña específicamente que la venida de nuestro Señor tendrá lugar DESPUÉS de la gran tribulación de aquellos días.

Gran Tribulación =la destrucción de Jerusalén por los romanos en el año 70 D.C (Así dicen ellos).

Venida de Cristo = la destrucción del año 70 D.C. (la venida de Cristo en juicio). (Así dicen ellos).

Pero Mateo 24:29-30 enseña que Su venida será después de la gran tribulación. Decir que la destrucción del año 70 D.C. viene después de la destrucción del año 70 D.C. no tiene sentido. ¿Cómo puede un evento histórico ser seguido por un evento idéntico?

2) En Mateo 23:39 el Señor Jesús dejó muy en claro que la nación judía no vería de nuevo al Señor Jesús hasta que dijeran, “Bendito el que viene en el Nombre del Señor”. Esto significa que ÉL no vendrá hasta que la nación se arrepienta. Puesto que la nación no se arrepintió en el año 70 D.C., esto tiene que significar que Cristo no vino en ese momento. Nótese que Mateo 24:30 dice específicamente que ellos VERÍAN venir al Hijo del Hombre.

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