Tres asentamientos de tres mil familias ubicados a 10 kilómetros del volcán Misti corren el riesgo de que ocurra una erupción, en el distrito de Alto Selva Alegre, en la Ciudad Blanca.
Según el ingeniero geofísico del Ingemmet, Domingo Ramos Palomino, el Misti produce fumarolas casi todos los días. Estas se pueden presenciar entre las cinco y seis de la mañana con una extensión de 400 a mil metros sobre el cráter y pueden ser apreciadas desde la ciudad de Arequipa.
“En algún momento tiene que entrar en erupción como lo han hecho los otros. En ese escenario sí va a afectar no solo a los poblados que están próximos sino a su estructura volcánica”, advierte el ingeniero geofísico.
El Misti es un volcán activo. “Son fumarolas que alcanzan los 4 mil metros del cráter y de esas emanaciones el 80% son de vapor de agua y el resto gases volcánicos”, refiere el especialista.
PRECAUCIÓN. En el distrito de Alto Selva Alegre existe una ordenanza municipal en la cual se prohíbe que se construyan casas aledañas al volcán. Ramos Palomino agregó que hay que trabajar sobre los otros distritos, como son Grau y Mariano Melgar, donde también tiene que institucionalizarse esta norma para que no se sigan edificando más casas cerca del cráter.
“No se recomienda vivir cerca de los volcanes. Las vidas de los alrededores peligran. Es muy difícil precisar una distancia exacta de proximidad adecuada para vivir, depende mucho del grado de erupción que pueda dar este volcán”, señaló. El alejamiento adecuado para no ser víctima de una erupción volcánica depende de la violencia de la erupción del volcán. Las cenizas van desde 10 a 12 kilómetros.
MONITOREO. En el Perú tenemos más de 400 estructuras volcánicas, 12 son potencialmente peligrosas y siete son las que están activas: el Sabancaya y el Misti ubicados en Arequipa, Ubinas, Huaynaputina y Ticsani en Moquegua, el Tutupaca y Yucamani en Tacna, todos en el sur del Perú.
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