martes, 6 de noviembre de 2012

EN SVALBARD, NORUEGA, SE ESTA CONSTRUYENDO EL GRAN RESERVORIO DE SEMILLAS DE LA HUMANIDAD.



Las estimaciones de los científicos, vislumbran que en la bóveda del “fin del mundo” se conservaran aproximadamente muestras de unas 3.000.000 de semillas de distintas especies vegetales de diversas partes del orbe. Las muestras, que se atesorarán en cajas negras y congeladas a una temperatura ambiente de entre 10 y 20 grados bajo cero, estarán en condiciones de perdurar en el interior de la bóveda en "perfecto estado" por siglos.

En Noruega, más precisamente en el archipiélago de Svalbard, ubicado al norte del Círculo Polar Ártico, conformado por un grupo de islas, cuyas costas son bañadas por el Océano Glaciar Ártico, el Mar de Barentes y el Mar de Groenlandia, se está construyendo el gran reservorio de semillas de la humanidad.

En junio del año pasado, el mundo se sorprendió con el anuncio efectuado por el Ministerio de Agricultura del reino de Noruega, en la ocasión, el Ministro Terje Riis- Johansen expresó que con el propósito de salvar el futuro de la Tierra, en caso de una guerra nuclear de gran magnitud, un impacto de un asteroide contra el planeta, un ataque terrorista o la destrucción del orbe por los efectos del cambio climático, se construiría a unos 50 metros de profundidad, excavados en el interior de una montaña rocosa, lo que se llamará Bóveda Global de Seguridad de Semillas ; salvando las distancias, algo así como un “Arca de Noé” moderna.

El propósito fundamental del titánico emprendimiento, es que la bóveda sea utilizada para restituir la agricultura en nuestro planeta, posibilitando así el resurgimiento de la vida humana a través de las especies preservadas, si llegara a ocurrir alguno de los cataclismos o catástrofes antes mencionados. La fundamentación, contempla que las simientes preservadas únicamente se pongan en circulación, en caso de que todas las demás fuentes de semillas hayan sido destruidas o extinguidas.

Las estimaciones de los científicos, vislumbran que en la bóveda del “fin del mundo” se conservaran aproximadamente muestras de unas 3.000.000 de semillas de distintas especies vegetales de diversas partes del orbe. Las muestras, que se atesorarán en cajas negras y congeladas a una temperatura ambiente de entre 10 y 20 grados bajo cero, estarán en condiciones de perdurar en el interior de la bóveda en "perfecto estado" por siglos.


El lugar escogido para su instalación es el óptimo para semejante objetivo, habida cuenta que la persistencia de las muestras allí almacenadas, está garantizada aún cuando no funcionara la energía eléctrica, puesto que las capas que en esa región de la tierra (próxima al Polo Norte) están permanentemente heladas, por lo que actúan como un "refrigerante natural".

La original instalación, que cuenta con una financiación inicial de tres millones de dólares del Gobierno noruego, forma parte de una estrategia mundial para proteger el suministro alimentario del planeta, albergando semillas críticas de todas las partes del mundo, desde el trópico hasta las latitudes más altas. Los estudios sobre la factibilidad del proyecto estuvieron a cargo del Fondo Mundial para la Diversidad de Cultivos, en tanto que para el mantenimiento de la creación durante los próximos años, se dispuso que sea una organización internacional sin fines de lucro. Inicialmente, el emprendimiento cuenta con el apoyo de los 5 estados nórdicos, estimándose que unos 160 países de todo el mundo lo hagan en lo sucesivo.

La idea de la bóveda de seguridad de semillas data de los años 1980, no obstante recién en 2001 la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación “FAO”, adoptó el Tratado Internacional sobre Recursos Genéticos de Plantas para la Alimentación y la Agricultura. En virtud de ello, el proyecto comenzó a lucubrarse en el otoño europeo de 2005, desarrollándose durante 2006. A principios de 2007 la Dirección Nacional de Obras y Patrimonios Públicos de Noruega comenzó la construcción y las preparaciones para la realización de las operaciones, en tanto que la inauguración está prevista para el último trimestre del corriente.

A semejanza de la FAO, otros organismos internacionales han formulado su total apoyo a la iniciativa noruega. La facilidad física de almacenar permanecerá en manos noruegas, mientras que las semillas no serán propiedad del país escandinavo. Las muestras serán reintegradas, siempre y cuando ocurrieran casos extremos como los ya mencionados; en tanto que para regular la operatoria de la bóveda y representar los intereses de los usuarios, está previsto la conformación de un consejo internacional a tal fin.

La obra tiene una relevancia mucho mayor a la repercusión que hasta el momento tiene en la prensa internacional. Si bien la infraestructura que se está construyendo, (en donde el sol de medianoche persiste desde el 20 de abril hasta el 23 de agosto y la noche sempiterna desde el 26 de octubre hasta el 15 de febrero), no tiene la espectacularidad de de fastuosos complejos, su emplazamiento es el mejor reaseguro de la humanidad.

La agricultura actual y los requerimientos alimentarios demandan cultivos de plantas uniformes, y las mismas variedades son plantadas en áreas cada vez más grandes. Gran parte de la diversidad desaparece de los campos. Una cantidad significativa de los bancos genéticos se encuentran en países en vías de desarrollo y están expuestos a amenazas tales como la falta de financiación o las calamidades de origen natural o humano, la Bóveda Global de Seguridad de Semillas, es lo único que puede asegurar la conservación.

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