viernes, 11 de octubre de 2013

EL APOCALIPSIS DE LA HUMANIDAD.



DEL CIELO A LA TIERRA

EL APOCALIPSIS DE LA HUMANIDAD ESTÁ EN FASE PROGRESIVA Y DRAMÁTICA. MÁS ALLÁ DE ALGUNAS EXCEPCIONES, NADIE SE DA CUENTA DE LA MORTAL ESPIRAL EN LA QUE HA CAÍDO INEXORABLEMENTE LA HUMANIDAD.
NOSOTROS, LOS “ALIENÍGENAS” COMO VOSOTROS NOS DEFINÍS VULGARMENTE, YA OS HEMOS DICHO MUCHAS VECES QUE LOS PODEROSOS ANTICRISTOS DE LA TIERRA HAN PROGRAMADO PARA EL FUTURO PRÓXIMO UNA GUERRA NUCLEAR QUE PROVOCARÍA EL EXTERMINIO DE GRAN PARTE DE LA HUMANIDAD.
LA CRISIS ECONÓMICA (leer el artículo adjunto), INTENCIONAL Y PROGRAMADA, SERÁ LA FUERZA DESENCADENANTE. SI NO PONÉIS REMEDIO A ESTE ESCENARIO INFERNAL, TODOS VOSOTROS, SIN EXCEPCION, LA BATALLA DE ARMAGHEDON, QUE YA SE ENCUENTRA EN SU FASE INICIAL, SERÁ INEVITABLE.
QUEREMOS RECORDAROS, UNA VEZ MÁS, QUE NOSOTROS RESPETAREMOS LAS PROMESAS Y LOS PROGRAMAS ESTABLECIDOS POR LOS MAESTROS CÓSMICOS Y POR EL CRISTO REDENTOR : SALVAREMOS LO SALVABLE QUE ESTÁ COMFORMADO POR: LOS NIÑOS, LOS BUENOS, LOS JUSTOS, LOS PACÍFICOS, LOS AMANTES DEL AMOR Y NO POR OTROS ¡RECORDADLO SIEMPRE!
¡PAZ!

DEL CIELO A LA TIERRA

Sant’Elpidio a Mare (Italia)
10 de Octubre de 2013
16:45 horas
Giorgio Bongiovanni


UNA PESADILLA PARA LOS BALANCES DE LOS BANCOS EUROPEOS. NORTEAMÉRICA HACE CRAC.

Una devaluación de los T-bond reduciría el crédito

La alarma por la crisis de la deuda estadounidense se está expandiendo rápidamente hacia Europa, que fue la víctima principal de la pulseada de 2011 entre el Presidente Obama y la mayoría republicana en la Cámara. Los tonos de voz no son tan abiertos como los de China o Rusia, tanto por razones políticas, como por la enormidad de títulos norteamericanos que posee Pekín, que alcanzan casi los 1,3 trillones de dólares.
Pero la preocupación es la misma, si no mayor, porque la frágil recuperación del Viejo continente podría ser arrasada por el default de Washington. Por no hablar de los efectos que esta amenaza tendría en los mercados financieros, abriendo nuevamente las puertas hacia una potencial crisis como la que hace dos años casi provocó la caída del euro.
Desde la cumbre APEC en Bali, el jefe del Kremlin, Putin, casi le tomó a broma a su colega de la Casa Blanca, diciendo que en su lugar él ni siquiera habría viajado a Asia. China en cambio le reclamó a los EE. UU. Por su responsabilidad, pidiendo “medidas concretas” para evitar el default. En Bruselas, en cambio, fueron suspendidas las negociaciones de la Transatlantic trade and investment partership (TTIP), porque los negociadores norteamericanos fueron dejados en standby a causa del shutdown. Naturalmente la alarma resonó en el Fondo Monetario Internacional y en el Banco Mundial, que precisamente en estos días están comenzando con sus cumbres otoñales.
Los gobiernos europeos no levantaron la voz como los de China y Rusia, pero los bancos centrales, comenzando por la BCE para luego llegar a las instituciones de crédito nacionales particulares, recibieron o están recibiendo informes muy preocupantes desde sus oficinas en los Estados Unidos. En el plano político, el problema principal es la incomunicación entre las partes, que hace difícil el acuerdo. En cambio en el plano técnico la emergencia no está tanto en el shutdown que ya está en curso, sino en la amenaza de que a partir del 17 de Octubre Washington dejará de pagar su propia deuda. Este paso sin precedentes provocaría dos efectos desastrosos en Europa: primero, un freno al crecimiento que estaba apenas comenzando nuevamente; segundo, una potencial nueva crisis financiera.
En cuanto al primer punto es fácil comprender el mecanismo. El default pondría un freno al consumo norteamericano y al mismo tiempo devaluaría el dólar, complicando las exportaciones europeas. En cambio en relación al segundo fue el mismo ex jefe del staff de la Casa Blanca, John Podesta, quien explicó los motivos preocupantes: “Si los reguladores europeos decidieran que los bancos tienen que someterse a los tests de stress anuales contra la posibilidad de default en los Estados Unidos, y si comenzaran a elevar los requisitos de capitales requeridos, sería un desastre”.
Las instituciones de crédito que tienen mayor cantidad de títulos norteamericanos tendrían que devaluar sus actividades y recoger nuevos fondos. Esto llevaría a una inevitable contracción del crédito, que hasta ahora ha sido una de las principales causas del porqué aún Italia no se ha recuperado. Si además los bancos, que siguen siendo frágiles por la crisis de los créditos subprime de 2008, comenzaran a quebrar, nos encontraríamos a corto plazo al borde del abismo. Es fácil prever los nuevos problemas para los Estados, nuevas intervenciones para los países más débiles como Grecia, y quizás nueva inestabilidad para Italia o para la misma Francia.
No es casualidad que el índice iTraxx, que mide los credit-default swaps de las compañías, en la última semana haya alcanzado el nivel más alto desde septiembre. Los costos para asegurar los bonos corporativos ante posibles pérdidas están aumentando, y esto no es más que una pequeña parte de lo que podría ocurrir si el 17 de Octubre los Estados Unidos llegaran a caer realmente en default. Los informes que salieron desde Estados Unidos ilustran estos escenarios, por lo tanto le imponen a los bancos centrales que tomen en consideración las contramedidas que ya están en proceso de preparación. Con la esperanza de que mientras que los políticos norteamericanos sepan encontrar el acuerdo necesario para impedir otra crisis evitable.

La Stampa
10 de Octubre de 2013

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