lunes, 19 de mayo de 2014

ANNO DOMINI- CRÓNICA DE UN TESTIGO QUE NOS CUENTA LA VIDA DE CRISTO.





DEL CIELO A LA TIERRA

SETUN SHENAR COMUNICA:

ALGÚN DÍA, NO MUY LEJANO, LES DAREMOS LA POSIBILIDAD, A AQUELLOS QUE SEAN MERECEDORES, DE VER LAS IMÁGENES Y DE ESCUCHAR LA VIDA DE CRISTO Y DE SUS APÓSTOLES.

POR AHORA CONFORMÁOS Y SED FELICES CON LOS RELATOS VERDADEROS Y GENUINOS QUE NUESTRO AMIGO Y HERMANO GIORGIO BONGIOVANNI TRANSMITE A TODOS VOSOTROS SOBRE HECHOS OCURRIDOS HACE YA DOS MIL AÑOS DE VUESTRO TIEMPO EN PALESTINA, EN JERUSALÉN, CON JESÚS CRISTO, EL HIJO DE DIOS.

LEED, MEDITAD Y DEDUCID LAS CRÓNICAS ANTES MENCIONADAS REALIZADAS POR UNA HERMANA EN CRISTO NUESTRA Y VUESTRA.

SETUN SHENAR Y LOS HERMANOS SALUDAN Y DESEAN LA PAZ POR ENCIMA DE TODAS LAS FRONTERAS. 

Palermo (Italia)
11 de Mayo de 2014


ANNO DOMINI 33
CRÓNICA DE UN TESTIGO QUE NOS RELATA LA VIDA DE CRISTO

Por Sandra De Marco

Después de la condena, violentamente flagelado y azotado: “...Entonces los soldados le llevaron dentro del palacio, es decir, al Pretorio, y convocaron a toda la cohorte romana. Le vistieron de púrpura, y después de tejer una corona de espinas, se la pusieron; y comenzaron a vitorearle: ¡Salve, Rey de los judíos! Le golpeaban la cabeza con una caña y le escupían, y poniéndose de rodillas le hacían reverencias. Y después de haberse burlado de El, le quitaron la capa púrpura, le pusieron sus ropas y le sacaron para crucificarle. Y obligaron a uno que pasaba y que venía del campo, Simón de Cirene, el padre de Alejandro y Rufo, a que llevara la cruz de Jesús. Le llevaron al lugar llamado Gólgota, que traducido significa: Lugar de la Calavera” (Marcos 15,16).
Así comienza el camino bajo el peso de la cruz por alrededor de setecientos metros, desde el pretorio hasta el Calvario. En este trayecto entra en escena Simón de Cirene, hombre del África, de origen pagano. No era un docto, ni mucho menos un poderoso. Un campesino, un hombre común que se vio arrebatado de su cotidianidad de “cruces” y que, como en un relámpago, queda involucrado en un hecho impensable y vasto como el mundo, en el olvido de la locura de ese Amor cósmico, incondicional. Y precisamente bajo el peso de la única Cruz que vale la pena abrazar es donde Jesús lo recibe; es con esa cruz impuesta en el camino del Gólgota que Simón participa de Su proyecto de redención.
Lo que tendría que haber sido un día como todos los demás: volvía del campo, cansado por su trabajo cotidiano, un recorrido habitual, un gesto habitual; interrumpido por el paso del triste cortejo, esperando poder continuar después con sus actividades de siempre, regresar a casa donde su mujer y sus hijos que lo esperan.
Pero en medio de la multitud enfurecida que grita y despotrica en contra de Jesús es precisamente en él que el centurión pone su atención, obligándolo a participar de esa ejecución tan vil como cruel, reservada a los esclavos e impuesta a los ciudadanos no romanos que hubieran cometido delitos atroces, robos, traiciones y rebeliones.
Sin embargo Simón no quería saber nada con la Cruz de un condenado, ni quería sentir vergüenza; él es el hombre que pide que lo dejen en paz, no quiere que ningún harapiento, ni mucho menos Dios, irrumpa en su vida; quizás teme perder su posición, ser perseguido, pero mucho menos quiere ser partícipe del sufrimiento de un miserable.
Simón está ocupado preocupado por las cosas del mundo, por el trabajo, anclado a su familia, a sus límites y, probablemente, quiere regresar a tiempo para la celebración de la Pascua; cosas legítimas, pero de las que no se quiere separar y se preocupa al punto tal de hacer de ello su razón de vida. Hasta este momento no comprende que, lo que para la multitud es horror, sufrimiento y humillación, se convertirá en el don por excelencia de gracia y salvación.
El Señor dijo: “Fui hallado por los que no me buscaban; me manifesté a los que no preguntaban por mí” (Romanos 10, 20).
El destino nos interpela y se nos impone una cruz, es así como Dios atraviesa de repente muchas vidas; así como Pablo fue “aferrado y conquistado” en el camino a Damasco, Él golpea y “reclama” un lugar en las nuestras. “Una lágrima del cielo” de la que no se puede escapar: así hoy Dios ha venido en medio de nosotros y nos entrega la Cruz...
Jesús cae, se levanta, abraza al Cirineo, y junto a él continúa su marcha triunfal, revelando Su verdadero rostro: un Dios que nos cuenta, que entra en relación, que ama y sufre, dispuesto a morir por sus amigos, anulando esa imagen omnipotente y victoriosa que llevamos en nuestro inconsciente. Un Dios hecho Hombre, que viene hacia nosotros, paso a paso, amando y sosteniendo nuestra humanidad imperfecta, demasiado a menudo inadecuada, nuestras debilidades, nuestros pecados e hipocresías. Un Cristo que se hace carne y sangre, el verdadero Cirineo que sostiene nuestras miserias.
Él dice: “Y el que no toma su cruz, y sigue en pos de mí, no es digno de mí” (Mateo 10, 38), pero no es suficiente con sufrir para poder afirmar que llevamos Su cruz. Es necesario llevarla en la dirección en la que Él quiere, a pesar de que a menudo no comprendamos el sentido; a pesar de que seamos pocos, si el mundo entero corre en dirección opuesta o, como entonces, se ha detenido a observar el espectáculo infernal. Nuestro Cristo es un Revolucionario y las pruebas serán muchas: si caemos, tenemos que volver a levantarnos siempre, siempre, afrontar las adversidades y encontrar el valor para continuar, unidos como Él nos necesita, transformando nuestro credo en utopías que se puedan cumplir. Cuando la injusticia se convierte en ley, la resistencia se convierte en un deber; no una resistencia hecha con las armas, sino fiel a Su Verdad. Porque solo haciendo Su voluntad, con la mirada fija en el horizonte, veremos el amanecer de nuestra redención. Luego será la fuerza que en el dolor une al hombre con Dios, nuestra fe y nuestra unión, la que nos llevará a vencer y a resurgir.

23 DE FEBRERO DE 2014 – PORDENONE

G: Buenas tardes a todos. En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amen. Luego os abrazaré uno por uno, así os alegro a vosotros y a mi mismo. Hoy os traigo el abrazo de Palermo, desde donde vengo. Mi corazón me sugiere algunos temas para tratar, comenzando por el ejemplo más importante de nuestra vida que es el Evangelio de Jesús Cristo.
Escuchemos de fondo la música de un compositor ruso así nos predisponemos para afrontar temas profundamente espirituales; si más tarde queréis saber algunas noticias sobre los acontecimientos que están ocurriendo en el mundo estoy a vuestra disposición para responder a vuestras preguntas. Pero de todos modos es indispensable y lógico comenzar siempre por la profundidad del mensaje espiritual.
Escuchad... Es una música que desgarra el corazón, os prometo que algún día la tocaré para vosotros (http://www.youtube.com/watch?v=uuj8Dv67HYo).
Hoy quiero hablar de un concepto importante que tiene que ver con la constancia, la coherencia y la resistencia. Nosotros tenemos derecho a tropezar y caer. En el Calvario Jesús Cristo, durante Su recorrido, cayó tres veces. Habiendo quedado como una masa de sangre, después de haber sido flagelado, azotado, escupido por miles de personas, tuvo que llevar sobre sus hombros una cruz hasta el Gólgota. Ahora os revelaré lo que Él pensaba en ese momento, mientras llevaba el peso de la cruz.
Quizás os parezca extraño y os preguntéis cuáles habrán sido los pensamientos cósmicos de Jesús en ese instante, siendo el Hijo de Dios. En cambio su objetivo era el Gólgota, Él se concentró con todo Su ser y con todo el Amor que tenía. Su pensamiento era: “Tengo que llegar hasta allí y tengo que llegar a pie, sin ser arrastrado, ni tampoco me tienen que llevar muerto”; a pesar de que estuviera muriendo y agonizando. Él cargó consigo la cruz, caminando y tambaleándose con mucha dificultad, pero resistió.
Quería permanecer en pie y llevar la cruz para dejar un mensaje para dar un mensaje a la Humanidad miles de años después. Cayó una vez y en esta caída se mortificó, no estaba contento; pero se levantó, siguió avanzando para luego volver a caer. Se levantó nuevamente, recorrió algunos metros más con la cruz en medio de las blasfemias de los soldados, de los latigazos, de las injurias de la gente, de los escupitajos; a pesar del cansancio, de los dolores, de las heridas y de todo lo que os podáis imaginar que puede hacer una multitud que se agolpaba con odio a su alrededor. Había muy pocas personas que amaban a Cristo mezcladas en la multitud, nadie lo ayudó a llevar la cruz y esa es la razón por la cual cayó por tercera vez, si bien todavía no había superado la mitad del camino. Jesús Cristo tomó todas sus fuerzas divinas, ya que un hombre común no habría resistido, levantó nuevamente la cruz y decidió no volver a caer. Los Romanos creían que no lograría llegar al Gólgota. Entonces agarraron violentamente al primer joven que pasaba por ahí y le ordenaron que llevara la cruz del Nazareno. Él no quería hacerlo pero lo obligaron. Simón de Cireneo no se ponía en marcha entonces Cristo lo abrazó y Simón tomó la cruz. Jesús tomó la cruz y al Cirineo y juntos recorrieron ese trayecto.
Simón de Cireneo se convirtió inmediatamente porque Jesús, que tendría que haber apestado como un cerdo por la suciedad, la sangre y los escupitajos, emanaba un perfume a rosas que era embriagador, de hecho, la sangre de Cristo huele a rosas. Al llegar al Gólgota Jesús fue crucificado. La enseñanza que el Cristo nos ha dado es la de poder caer de cara al suelo varias veces, cansados, desamparados, derrotados, destruidos, pero tenemos que volver a levantarnos. Cuando hemos recorrido y superado lo que es la base del camino espiritual necesario no podemos volver a caer sino llegar victoriosos hasta el Gólgota, porque Jesús ha salido vencedor; en el momento que el Señor llegó a la montaña estaba contento, feliz.
Estaban por crucificarlo, tenía dolores indescriptibles, inimitables, inimaginables, y como si estuviera “loco” pronunció palabras delirantes, absurdas: “Padre, perdónalos porque no saben lo que hacen”. El Señor estaba contento, había salido vencedor: había llegado a la meta, no me refiero ni a la crucifixión, ni a la muerte, porque Él resucitaría. La meta de Cristo era alcanzar la cima del Gólgota, y lo logró. Alcanzar el Gólgota significa sacrificar la vida, es decir, ser crucificados y morir físicamente (porque espiritualmente todos somos eternos), ésta es nuestra meta y cuando lleguéis hasta allí, tendréis que estar felices. Diréis: estoy sufriendo, tengo muchos dolores y numerosos problemas, pero éstas son las cosas de la vida. Tendréis que estar felices, porque cuando lleguemos a la cima, a nuestra meta, habremos crecido y nos habremos convertido en hombres y mujeres; pase lo que pase ya habremos vencido a nosotros mismos y a la muerte. Nosotros podemos y debemos caer, porque si no lo hiciéramos seríamos megalómanos, arrogantes, máquinas, no somos como Jesús. Nuestra victoria es caer, levantarnos y vencer.
Aquellos que no caen no han perdido, pero tampoco han vencido. Tenemos que llegar al Gólgota y perseverar en la Verdad; a veces parece que está todo oscuro, parece que Dios no está y que nos ha abandonado. Hay momentos en los que la vida cotidiana, en esta sociedad, en un mundo terrible, sólo nos llene de problemas, porque está cargada de sufrimientos, injusticias, violencia, criminalidad, de niños que sufren, de la Tierra que no respira. Entonces parece que Dios no ve, o que dirige Su mirada a los que nunca caen y que logran mantenerse siempre de pie, que siguen siendo ricos, como el Tío Rico de los dibujos animados de Walt Disney, al que todo le sale bien, perfectamente, a diferencia del pobre Pato Donald, el perdedor. En cambio nosotros pertenecemos a la clase de los Patos Donald que caen y al final se convierten en Super Pato. ¿Cómo venceremos? Con el Amor. Cristo ya no tenía fuerza para levantarse, pero en ese momento pensaba en Sus amigos, en llegar al Gólgota. Se decía a Si mismo: “Si no me levanto mis amigos morirán. ¿Qué harán Mateo, Pedro, Juan, Santiago, Simón, Judas Tadeo, Bartolomé?
¿Qué harán Andrés y Juan? Serán arrestados, los matarán y luego morirán en el Espíritu. Tengo que levantarme, tengo que hacerlo”. Os aseguro que Jesús Cristo, en ese preciso instante, no contaba con los poderes que hicieron posible que Lázaro resucitara y que Le permitieron caminar sobre las aguas, multiplicando los panes y los peces. El Padre se los había quitado.
Cristo dijo en la cruz: “Padre ¿porqué Me has abandonado?” En ese momento Él es Jesús, el Nazareno, abandonado por Dios, contaba solo consigo mismo y con la fuerza de Su Espíritu, nada más. Él no tiene poderes y no puede curar ni resucitar a nadie, mucho menos multiplicar los panes, ni gobernar las tormentas o los vientos. Es un Hombre, no común, es Jesús de Nazaret con Cristo en su interior, pero el Padre le quita todo, porque tenía que demostrar que el hombre puede lograrlo. Nosotros podemos lograrlo sin poderes, sin ser el Hijo de Dios y vencer solo si así lo queremos, si tenemos fe y fuerza de voluntad para hacerlo. Podemos salir victoriosos en el Amor, porque el Amor gana, el resto empata. La paz, la misericordia y la justicia empatan. Vosotros ya sabéis que yo estoy más enamorado de la justicia que del amor, pero os aseguro, y en verdad os digo, que la Justicia no gana, en todo caso empata. Hay un único héroe que triunfa: el Amor. El amor fraternal, sentimental, paterno, materno, filial, la amistad, siempre gana. Todo lo que ocurra en el mundo, desde hoy hasta el 2017, no tiene que asustaros ni atemorizaros. Podrá haceros sufrir, pero ese sufrimiento no nos dominará si interiormente prevalecerá el sentimiento del amor a Cristo, del amor entre nosotros, venceremos siempre y nunca perderemos.
Lo veo en el trabajo antimafia que desarrollo y no me refiero a las conferencias de difusión del mensaje de Cristo, como esta noche, o a la cantidad de reuniones espirituales. Me doy cuenta de que solo el amor gana en contra de la mafia. ¿Qué es lo que lleva a personajes como los jueces Giovanni Falcone y Paolo Borsellino a hacer lo que hicieron, sabiendo que estaban condenados a una muerte segura? El Amor, no hay otra palabra. Ni siquiera el hecho de cumplir con su deber o la pasión por su trabajo, porque en las condiciones en las que trabajan muchos misioneros, incluso en diferentes categorías, no pueden tener el estímulo del sentido del deber, del amor por la carrera o por el juramento que han hecho. Frente a la muerte está el miedo humano. No puede ser este el motivo, sino el amor por el prójimo. Esto es lo que he venido a deciros hoy. No es mucho, pero es importante y lo digo con todo mi corazón. Ahora, si tenéis preguntas, estoy a vuestra disposición.

P: Hay algo que me impactó mucho en tu explicación, has repetido y subrayado el 2017. ¿Hay un motivo?

G: Si, hay un motivo, pero puedo responder solo a nivel abstracto: es un camino que tiene que ver conmigo y con mis amigos y hermanos, con vosotros que me frecuentáis. Hasta Septiembre del 2017, tendré que cumplir una misión que no se separa en absoluto de la que estoy haciendo ahora, todo el camino desde hoy hasta esa fecha forma parte. El 2017 es una fecha de vencimiento, no se qué ocurrirá después. Para mí, que programo mi vida de un día para el otro, 2017 es como decir 2060. Ocurrirán muchas cosas importantes, que quizás no interesen por ejemplo a China, pero para mí, para nuestro grupo, nuestra historia, serán fundamentales. Las veréis y hablaremos de ello juntos, a medida que pase el tiempo. Yo no me aislaré en el desierto, si no me matan estaré aquí, y aunque lo hicieran volvería de otra forma. Después de esa fecha, si sigo encarnado, se abrirá otro círculo. Mi vida es una sucesión de círculos concéntricos, unidos unos con otros, como los de las olimpíadas, cada uno de los cuales tiene una duración de tres años y medio. Ahora estamos en el 2014 y faltan alrededor de tres años y medio para Septiembre del 2017. Lo que tengo que hacer lo haré en Sicilia, en Palrmo, pero también en el resto de Italia y en toda Sudamérica, con el trabajo que desarrollo junto a los hermanos que me acompañan, a mi familia y a las Arcas. Está todo relacionado. 

P: Estaba pensando en una consideración. El 2017 es el año previsto, ya desde finales de los años ’90, desde el proyecto para el nuevo siglo norteamericano, a partir del cual los Estados Unidos no volverían a tolerar la ingerencia china y por lo tanto sería un momento probable para una guerra definitiva. Lamentablemente veo que están siguiendo el plan, etapa por etapa. Quería contar además una breve experiencia que tuvo mi suegra, que se relaciona al tema de Jesús Cristo. Ella conoció a una mujer, una especie de médium que cuando va en transe la personifica una niña pequeña que vivió hace trescientos o cuatrocientos años, que habla en castellano antiguo, de hecho, a veces incluso el traductor se encuentra en dificultades. Durante la primera reunión mi suegra quedó bastante impresionada. Yo no me encontraba allí pero pregunté si alguien de los presentes había preguntado algo en relación a Jesús Cristo, ella respondió que no. La semana pasada, durante la segunda reunión, mi suegra le preguntó qué pensaba de Jesús, si regresaría o no. La niña, a través de la médium, mostró una hermosa sonrisa y en voz baja dijo: “Pero Él ya está aquí”.

G:Dijo la verdad. Jesús está aquí, entre nosotros, muy cerca y como ya os he revelado, os visitará uno por uno, en la forma y el momento en que Él decida. Lo hará en estos tres años y medio, por lo tanto os tenéis que preparar como los iniciados; no será la visita de uno cualquiera y se que lo hará, luego me lo contaréis. Nuestro recorrido tendrá que ser constante, coherente, sincero. Incluso tendremos que caer, para luego volver a levantarnos; podremos estar cansados, tropezarnos y caer de cara al suelo, pero estando seguros de levantarnos y de llegar hasta el Gólgota. Caer no significa ser cobardes y no creer, sino cansarse, ceder ante los latigazos, ante un enemigo más fuerte que nosotros en la materia. Tenemos que levantarnos, luchar contra nuestro enemigo a través de la resistencia. No nos ha sido dado el poder de responder a la violencia con violencia, sino poniendo en práctica la resistencia; recibir los golpes como lo hizo Joe Frazier ante Muhammad Alí, que después de quince asaltos, en el último round dejó KO al campeón del mundo. Nosotros tenemos que ser como pequeños boxeadores, recibir los golpes, defendernos, no atacar jamás, caer, levantarnos y vencer con el amor fraternal entre nosotros. Si no os amáis como Jesús nos ha amado y como yo os he querido, no solo no os visitará, sino que me llevará de aquí. Estos son los castigos para mis hermanos de las Arcas. Vuestra victoria no es amarme a mí. Queridos hermanos que me estáis escuchando aquí en vivo y en directo y aquellos que lo hacéis desde vuestras casas a través de internet, yo os agradezco porque me siento muy amado por todos vosotros y por ello soy afortunado, pero vuestra victoria será la de lograr amaros unos con otros. Os tenéis que querer, respetar, pensar en el otro, ayudaros, visitaros. No tenéis que ser morbosos, sino que os tenéis que ayudar y amar para defender vuestra noble causa, que es grande, hermosa y tenéis que protegerla frente a nuestro enemigo que quiere destruirla. Jesús también quiere que améis a vuestro prójimo, sobre todo a quienes quizás no visitamos seguido, a quienes no conocemos, o a quienes ni siquiera se dignan en saludarnos, porque somos pequeños, no somos famosos. Si viéramos personas extraordinarias que hacen el bien tenemos que enamorarnos de ellas, estimarlas, solidarizarnos con ellas, escribirles, aunque nunca nos respondan, y eso es lo que estamos haciendo. Jesús quiere que nos amemos con humildad, apoyando a los justos, no es suficiente con observarlos por televisión, porque ellos necesitan de nuestro afecto, de nuestra solidaridad, del amor. Os lo dice alguien que frecuenta a algunos de ellos.
Los justos se conmueven cuando ven al apoyo del pueblo, que sale a manifestar con pancartas por el medio de la calle, no importa si somos gente común, de la extrema izquierda y de la extrema derecha, personas sencillas, profesionales, músicos, artistas, poetas, cantantes, periodistas, lavanderas, amas de casa, porteros, empleados, ecologistas o periodistas de poco peso como yo. Ellos se conmueven a pesar de que no lleguemos a ser una gran multitud como las que agitan sus banderas en las manifestaciones de partido.
Los justos lloran y se fortalecen y de esta forma nos defienden de las injusticias, no se desaniman, no caen en la tentación de dejar sus trabajos para dedicarse a otra cosa. Si no los apoyamos nos quedaremos huérfanos de estos justos y quedaremos abandonados a nuestra suerte; seguiremos padeciendo más injusticias, no podremos conocer cuál es la verdad, esa verdad que buscamos en el sector de la mafia, por ejemplo. Nuestras manifestaciones, nuestro modesto apoyo y el vuestro, desde Pordenone, Udine, Catania, Siracusa, Palermo, incluso desde Sudamérica, etc., hacen que estas personas no dejen de luchar. ¿Acaso no hemos ganado con el Amor? Yo estoy enamorado de los justos, pero muy enamorado, aunque sean pocos, aunque sean algunas pocas moscas blancas, y estoy enojado con los hipócritas; esto es algo que podéis ver a través de lo que escribo. 

P: Una vez leí un libro de un sufí en el que afirma que Jesús no murió en la cruz, sino que siguió predicando viajando hacia el Este, hasta Afganistán y Pakistán. El místico islámico sostiene que Su tumba, con cruces en las ventanas y una huella de pie con los agujeros de los clavos, se encuentra precisamente en estos lugares. La prueba de que Jesús no murió en la cruz sería el hecho de que, como está escrito en el Evangelio, Él habría muerto después del corte realizado con la lanza en el costado, provocándole una pérdida de agua y sangre. Según dicha tesis, de un cuerpo muerto no puede salir sangre líquida porque se coagularía en pocos minutos. Por lo tanto lo habrían bajado de la cruz mientras aún estaba vivo, y que luego los Esenios lo habrían curado con algunas hierbas medicinales. Cuando resucitó, digamos, cuando se recuperó, habría aparecido con las marcas de los estigmas, precisamente porque ese era Su cuerpo, no su Espíritu. Quería saber su opinión con respecto a esta hipótesis.

G:Conozco perfectamente esta teoría, pero no se cuáles pruebas sean las existentes para darle peso. ¿Acaso usted las conoce?

P: Yo leí el libro. En los cuatro Evangelios se dice que Jesús expiró antes de la pérdida de sangre; por lo tanto habría muerto en Cachemira, donde fue sepultado. En esa zona también estaría la tumba de María.

G: Le puedo responder con un discurso teológico de fe. Nuestra fe cristiana enseña algo completamente diferente: que Jesús murió físicamente y que fue depositado en el sepulcro, y allí resucitó de la muerte física. La muerte no existe, el alma y el Espíritu son eternos y esto es algo que usted sabe perfectamente, probablemente lo saben también los sufís. Le podría responder teológicamente con las enseñanzas que hemos recibido, luego su alma, su espíritu y su fe le darán una respuesta definitiva. Pero ahora yo le daré un veredicto diferente, mucho más crudo y fuerte, aunque sea difícil de creer. Yo he visto a Jesús físicamente, en el 2005 y en el 2010, después de 2010 años. He comido con Él, tenía las manos y los pies agujereados, lo he abrazado, he sentido Su perfume para luego desaparecer ante mis ojos. Lo mío no es una investigación, sino un testimonio ocular. Frente a un Juez yo soy una prueba viviente de que Jesús está vivo, luego será Él quien evaluará si estoy diciendo la verdad o no; pero el hecho es que yo soy un testigo ocular. No he estudiado ni realizado investigaciones en Cachemira o en Palestina, recopilando los papiros de Qumran, las escrituras islámicas y griegas. A mi no me interesan porque yo he visto a Jesús. Era Él, y me lo ha revelado Él mismo diciéndome: “Tócame, abrázame”. He visto Sus llagas, he sentido Su perfume. He comido junto a Él y me ha dicho: “-Tú eres Mi precursor. Tienes que decir que estoy por regresar, anúncialo”. Entonces yo respondí: “-Nadie me creerá” y Él me contestó: “-No importa, tienes que decirlo. Luego todos me verán, así como me ves tú”. Para mi, esta es la vedad. Yo no me permito de hacer un juicio sobre ella, lo único que quiero decir es que Él nunca murió, en el sentido de que Él resucitó, es inmortal, no necesitaba ser sepultado. Cristo es la Luz que, como todos los Seres Crísticos, puede manipular la materia de la misma forma que nosotros manipulamos la arcilla. Cristo reconstruyó Su cuerpo en el sepulcro y así se presentó a los Apóstoles, no en espíritu. De hecho cuando Lo vieron atravesar el muro se pusieron a gritar porque le tenían miedo a los espíritus, pero Jesús los tranquilizó diciendo: “Soy Yo, tened mi paz” y se dejó tocar. La segunda vez, entrando al Cenáculo, les dijo: “¡Dadme de comer!”, no porque lo necesitara, sino para convencer a los Apóstoles de que era realmente Él.

El Señor está en la Tierra y es Él, en carne y hueso, y pronto se revelará a todo el mundo. Todos se sentirán mal, excepto los pobres, los desheredados, los perseguidos; todos los poderosos de la Tierra se morderán la lengua hasta sangrar porque esta vez Jesús regresará como Juez y Su juicio será severo para los asesinos de la vida, mientras que con los buenos tendrá misericordia. A veces ni siquiera yo puedo creerlo, a pesar de haber visto a Jesús. Me surge la duda y me pregunto puede ser que en ese momento haya estado delirando, luego él me habla y me dice: “Eh ¿te has olvidado? Era Yo realmente”.

P: ¿Estabas solo?

G:Si, todas las veces que Lo he visto me encontraba solo. He tenido muchas visiones espirituales, pero son todas contemplaciones en las que Jesús me habla y yo se que es Él. La que he contado es una experiencia física muy fuerte. Es lo que ha querido Jesús y yo Le he agradecido, pero es un arma de doble filo, porque ahora ya no puedo volver atrás; vosotros podéis, yo no, porque Lo he visto. ¿Qué le diría sino en el momento de Su regreso? ¿Que no estaba convencido? Él me diría: “-pero tú Me has visto. Me has tocado, has comido conmigo”. Por lo tanto rezad por mí, por que nunca traicione al Señor, por más que yo creo que jamás lo haría.

P: ¿Qué es el ayuno para Cristo? Quisiera saber el significado y cómo tenemos que hacerlo.

G:El ayuno es importante cuando hay que alimentar los valores del Espíritu. Yo aconsejaría un camino intermedio, comer lo suficiente, de manera genuina y no abarrotarse de comida. Si fuera posible comida biológica, sin pesticidas, biodinámica, y si tenéis la fuerza, ayunar al menos una vez por semana, porque el ayuno alimenta la energía psíquica, creativa y crística. Esto es lo que Cristo quería decir. Es una metodología, una terapia para fortalecer el espíritu, como lo es la oración para alejar la tentación. El alimentarse en exceso facilita la tentación y el vicio, en cambio ayunar fortalece la energía espiritual. También es muy importante no beber bebidas alcohólicas, y no fumar, obviamente no drogarse. Os aconsejo no beber bebidas alcohólicas en estos tiempos, limitaos a probar apenas un poco. Hay un proverbio siciliano que dice así: “medio vaso de vino en la mesa produce sangre”, pero medio vaso no significa dos litros. 

P: En la hermosa crónica de Sonia Alea, hay algo sobre lo que quisiera que me aclararas. ¿Hitler era la encarnación de Judas? ¿El anticristo hoy es la reencarnación de Judas?

G: Si, por ahora no puedo decir nada más. 

P: Varias veces nos has dicho que seremos visitados por Jesús Cristo. ¿Se presentará con su cuerpo estigmatizado?
G:Si, aparecerá con Su cuerpo; de lo contrario en astral lo veríais con Su rostro de Luz, como el que tenía hace dos mil años. Sin lugar a dudas se hará reconocer, no te preocupes.

P: ¿Qué piensas de la hipnosis regresiva?
G:La hipnosis regresiva es una práctica interesante, pero peligrosa. Quien la realiza tiene que ser un excelente profesional, un “doctor hipnotizador”, un neuropsiquiatra, o mejor una eminencia. Yo conocí a un gran científico estadounidense, ya fallecido, que se llamaba John Mack. Era escritor y profesor de la Harvard Medical School, ganador de un premio Pulitzer por sus biografías, estudió los efectos espirituales y de comportamiento en los pacientes que sostenían haber tenido experiencias de abducciones alienígenas. Era amigo mío y tenía confianza en él: quería realizarme una hipnosis regresiva pero renunció a hacerlo, porque por su gran intuición de médico y científico consideraba como casi ofensivo realizar una hipnosis regresiva sobre una experiencia tan profundamente espiritual.
Sin embargo testimonió a mi favor, declarando públicamente que su amigo, Giorgio Bongiovanni, era una persona verdadera, así como era verdad todo lo que vivía, prescindiendo de las visiones que yo vivo. Sostenía que no era capaz de establecer si a quien yo veía era realmente Jesús Cristo, pero me defendió a mí y defendió mi experiencia, invitando a todos a que me escucharan. Mack fue un instrumento y gracias a él muchos hermanos americanos quisieron escuchar mi mensaje. La hiponosis regresiva es un arma de doble filo y hay que tener mucho cuidado porque se puede tener acceso a algunas verdades, pero no a todas. En algunos casos graves, los traumas del subconsciente se mezclan con verdades del pasado, de esta vida o de vidas pasadas. El discernimiento no es para nada facil, y si no se realiza correctamente, quien trabaja en este campo corre el riesgo de hacer lavados de cerebro con cosas que no son ciertas. Si se tratara de un espíritu negativo, por ejemplo un estafador, lograría plagiarte y hacerte creer que has volado en burro sin que te des cuenta, entonces te convencerás de haber vivido esa experiencia.

P: Hablando con un compañero de trabajo sobre la temática extraterrestre le conté mi experiencia. Él me advirtió diciéndome que tenía que tener mucho cuidado y agregó: “te digo cuál es la verdad”. Me dijo que tiene varios años de experiencia en abducciones alienígenas, que ha aprendido a realizar la hipnósis regresiva y que, durante las sesiones, lograba hablar directamente con los Seres. En un determinado momento ellos comenzaron a amenazar de muerte tanto a él como a su familia. Lo que ocurría en un estado de trance, una especie de entresueño, hasta que un día se presentaron en su casa. Mientras estaba sentado en el sofá, escuchó una voz que decía: “Tienes que tomarlo, tienes que tomarlo tienes que tomarlo...” Entonces percibió una presencia a su lado y, asustado, tomó al ser gris del cuello, intentando ahorcarlo.

G:¿Cómo se liberó?

P: Sintió que se acercó otra presencia, luego una descarga eléctrica en la cabeza y se desmayó. Cuando se despertó estaba en su cama.

G:Te respondo con un ejemplo, así comprendes lo que pienso. Imagina que en esta sala en la que estamos reunidos, entren algunos Seres, por ejemplo seres Grises, para hacer referencia a los términos expresados anteriormente. Ellos poseen una tecnología que es 150.000 años más avanzada que la nuestra, que les podría permitir, si así lo quisieran, quedarse en su planeta, que dista miles de años luz de la Tierra, y mostrarse ante ti a través de un holograma. Estos Seres cuentan con una tecnología que les permite curar todas las enfermedades que existen en el Universo, viajar más allá de la velocidad de la Luz, mover los objetos que están en la Tierra con la fuerza del pensamiento, como, donde y cuando quieren; controlar el agua, el aire, la tierra y el fuego; manipular las temperaturas, crear olas de mar de hasta unos veinte mil metros de altura; darle la vista a los ciegos, curar el cáncer, hacerte explotar todas las neuronas del cerebro con la fuerza del pensamiento, simplemente mirándote. Pueden hacer todo lo que quieran en el conocimiento humano. ¿Te parece lógico o ridículo, que se pueda atacar a uno solo de estos Seres? Te doy otro ejemplo. Imagina que, siempre en esta sala, entren unos pollitos. Los miraríamos con una ternura infinita tomándolos en nuestras manos, acariciándolos, para luego llevarlos a su lugar. Luego piensa que ellos regresen a su comunidad contando que han visto a unos hombres, que los apalearon, que los inmovilizaron, que los aplastaron y que los escucharon gritar por la enorme violencia. Ahora dime una cosa ¿te parece una historia verosímil?

P: No, pero creo que él me dijo la verdad.

G:Si, no lo pongo en duda. Pero hay que ver si se trataba de Seres extraterrestres o de entidades espirituales que querían molestarlo y hacerle creer que estaba siendo atacado por los Grises.

P: De hecho, me preocupa cómo aprendió a hacer la hipnosis regresiva.

G:No tiene que practicarla porque esto desarrolla las fuerzas negativas.

P: ¿Quiénes son los “Men in black” de los que hablaron en el programa “Misteri”?

G:Los “Men in Black” son una fuerza de inteligencia, hombres como nosotros, pagados por los Gobiernos de los Estados Unidos, de Rusia o de otras poderosas naciones del mundo, para ridiculizar y desmentir la verdad extraterrestre. Ahora son casi inocuos, porque el tema ufológico es de alcance mundial. Su trabajo es el de tratar de atemorizar a la gente, más que desacreditar la realidad, como la experiencia apenas mencionada; pero es una verdad que aquí en la Tierra, os guste o no, tendréis que aceptar. Este contacto entre nosotros y los Extraterrestres se concretará ya que forma parte de la evolución del Universo y, gracias a Dios, ocurrirá pronto, quizás dentro de un año, dos o cinco. Seguramente nuestra generación lo verá, si no morimos antes por otros motivos, guerras y demás. Tenéis que tener presente en cada minuto de vuestra vida que la realidad ufológica extraterrestre está estrechamente relacionada con el mensaje espiritual y con el advenimiento del Cristo. Estos Seres están muy cerca, en estrecha relación con los Seres Divinos (Cristo, Buda, Mahoma y todos los que hemos reconocido como tales) y tienen un acceso directo a los planes espirituales. Ellos han comprendido que el Universo no es solo físico, material, inmenso e infinito, con miles de millones de estrellas físicas: también hay otro Universo, el espiritual, que han descubierto y visto con sus ojos. Saben perfectamente sobre la existencia de Dios, de Cristo. No son científicos laicos, son creyentes y, a diferencia nuestra que nos vemos obligados a creer por Fe, ellos han alcanzado el más allá con sus artefactos científicos. Cuando lo descubrieron dijeron: “Bendito sea Aquel que viene en nombre del Señor”. Los hombres somos materialistas, violentos, no abrimos la glándula pineal y nuestro plexo solar, sino que los tenemos cerrados como cajas fuertes, por lo tanto nuestro Señor apela a la Fe, a la emoción, al creer sin ver. A nosotros nos dice: “Créeme por Fe”, mientras que para los Extraterrestres no fue necesario, porque su plexo solar está completamente abierto. A través de sus medios científicos han alcanzado y visto el más allá. Si prestas atención ¿qué necesidad tienes de creer por fe? Si dijera: “Michele, tienes que creer por Fe que yo existo”. Él diría: “Giorgio, yo te veo. Te estoy tocando. ¿Qué fe me estás pidiendo?” Nosotros en cambio no vemos el mundo espiritual, por lo tanto el Señor nos invita a sentirlo, porque estamos cerrados en nuestro materialismo, siempre estamos pensando en los problemas económicos, somos egoístas. No me refiero a vosotros, sino a la gente que no contempla la espiritualidad, o lo hace apenas. ¿Cómo podría ver el más allá? Hasta el día de hoy, nuestra ciencia trabaja sobre los órganos del cuerpo cono si fueran repuestos de coches, entonces ¿cómo podemos llegar a ver el más allá? Reemplazamos corazones, hígados, como si fueran un carburador, es más, a veces somos más piadosos con los coches que con nosotros mismos. Hemos mantenido separada a la ciencia del espíritu, operamos, cortamos, introducimos, sin contemplar el espíritu; la ciencia médica, la física, la matemática ni siquiera saben qué es. La medicina opera un corazón pero no contempla el aura, el cuerpo etéreo. ¡Si hablas de esto te internan en el neuropsiquiátrico!

P: En el Evangelio de Judas (Iscariote) dice: Estando el Maestro con sus discípulos en casa de Marta, les dice: -"Os voy a enseñar a vivir como el aire, como la tierra, como las aguas y como el fuego". "Vosotros veis la tierra quieta, mas ella gira alrededor de la Vida, que es el Sol". "Asimismo parece que nosotros estamos aquí quietos como la tierra, pero espiritualmente no estamos quietos; estamos girando alrededor de la Vida, por lo tanto, en estos momentos somos la Tierra que da alimento a la Vida que es el Espíritu". Se detuvo un momento y dijo: -"Todos nosotros, en este momento, somos el Aire, porque nos despojamos de una materia que es tierra y volamos por los aires con la libertad del Espíritu”... Se quedó un poco en silencio y dijo: "Nosotros todos, en este momento, somos el Agua, porque nos dirigimos hacia la fuente eterna del Espíritu; de ella bebemos para nutrir el cuerpo y calmar la sed del Alma”... Se quedó de nuevo un poco en silencio y dijo: "Todos nosotros, en este momento, somos un Fuego abrasador, porque nos hemos convertido en el Fuego del Espíritu que nos limpia y nos purifica". "Así, queridos hermanos, nuestro cuerpo y nuestro Espíritu se integran para prepararnos para La Resurrección". Judas le dice: -"Maestro, nosotros sabemos que todo lo que Tú haces es para que nosotros también lo hagamos, pero... ¿cuándo lo podemos hacer?". El Maestro le dice: -"Todos vosotros sois uno conmigo y podéis hacer todo lo que yo hago, pero hoy no las hacéis porque Yo estoy con vosotros". "Cuando Yo vaya a mi Padre, vuestro Padre vendrá a vosotros y seréis como Yo y haréis todas estas cosas y muchas más". Judas dice: -"Maestro, entendido, pero tengo dudas de mí mismo, pienso que el día que esté solo, no lo pueda hacer". El Maestro contesta: -"Antes de que Yo me retire, tú tienes que haber muerto". Judas contesta: -"Pero por tu Gracia yo ya he resucitado de entre los muertos". El Maestro: dice: -"Sí, así es, pero necesitas morir nuevamente, y para esto es necesario que tú elimines tus sombras; que elimines lo que has sido; que elimines lo que otros han pensado de ti y tú has creído; que elimines tus pensamientos que son los que te alejan de la etapa final que ya te espera por mi Gracia".

G: El discurso pronunciado por Jesús es muy profundo: es la verdad, pero si nosotros no lo explicáramos estas palabras dichas hace 2000 años podrían ser tomadas como falsas o serían incomprensibles. Confirmo que puede ser posible un diálogo entre Cristo (Cristo-Jesús) y Judas, porque él, además de Juan, era el apóstol más culto y preparado de todos a nivel espiritual. Competía con Juan en cuanto a la capacidad de conocimiento. Juan era el predilecto de Jesús, no porque tenía más conocimiento solar crístico que Judas, sino por su espontaneidad, no era racional, no razonaba con la mente (la serpiente, la materia), no racionalizaba los discursos de Cristo. Juan los escuchaba, los interpretaba y los hacía suyos con la pureza de su espíritu solar.
Judas hacía lo mismo, comprendía perfectamente Sus discursos, pero a menudo los racionalizaba llevándolos presuntuosamente al plano de la lógica humana. Algo que no podía y no debía hacer, porque si los proyectáramos y los racionalizáramos, considerándolos en el plano de la lógica humana, los discursos de Cristo resultarían estar en contra de la naturaleza del hombre, por lo tanto no podríamos estar de acuerdo, por antonomasia. Te doy un ejemplo. Yo digo: “si quieres alcanzar la felicidad tienes que sufrir”. El cuerpo y el cerebro humano te dirían en cambio: “yo alcanzo la felicidad si mi cuerpo tiene orgasmos, si disfruta ¿Cómo puedo alcanzarla si me auto-flagelo? Judas, a veces, racionalizaba de esta forma los discursos de Cristo y por ello Lo traicionó. Todo estaba escrito, tenía que cumplirse. Cristo eligió a Juan como “predilecto” y no a Judas, pero hasta la última Cena lo consideraba “preparado y poseedor del conocimiento divino”, al igual que Juan. Cuando Jesús hablaba a los Apóstoles y cuando tenía que expresarse con conceptos elevados miraba a Judas Iscariote, porque sabía que era uno (de entre dos) que lo comprendía inmediatamente. Jesús tenía una gran atención, estima e intercambio hacia Judas, lo valoraba mucho con respecto a los otros que eran ignorantes y que no entendían nada interrogándolo continuamente.
Si leéis el Evangelio veréis que Judas no le hace preguntas espirituales a Cristo, porque no lo necesitaba, comprendía perfectamente. Como máximo le hacía alguna que otra observación en cuanto a María Magdalena, como cuando derramó sobre la cabeza y pies del Maestro un frasco lleno de nardo, que costaba trescientos denarios, lamentándose por la cantidad de pobres que habrían podido saciar su hambre con ese dinero. En él está el demonio, llamémoslo así, la negatividad de racionalizar al Maestro. Cree, pero Lo proyecta al plano humano, al plano político. Judas piensa: “Tú eres el Hijo de Dios y tienes que hacer lo que hace un Hijo de Dios, milagros, etc... pero como estamos en el plano humano yo Te aconsejo cómo, dónde y a quién hacerlos, para conquistar el Reino terrestre”. Judas es la persona que más apoya a Cristo, dando la cara con el poder de aquel entonces. Es quien se compromete en primera persona al presentárselo a los ancianos del Sanedrín. Lo recomienda para que pueda entrar. ¿Acaso pensáis que quizás en el Templo podría tener acceso cualquiera para predicar? Cristo predicó en el Templo porque Judas Lo recomendó con sus contactos políticos de alto nivel. De lo contrario, a un harapiento como Él le habrían dicho que ser retirara y que fuera a predicar a la calle. Judas da la cara por Cristo, porque quiere llevarlo frente al poder supremo de aquel tiempo y desea que Él triunfe ante el mismo. No quiere que Jesús pierda, sino que con “un chasquido” de dedos le demuestre a Caifás, a los poderosos y a Pilatos, que es el Hijo de Dios. Si así hubiera sido hoy no nos encontraríamos en la barbarie, seríamos todos bienaventurados y felices en el Reino de Dios desde hace Dos mil años. Jesús, justamente, no hizo lo que le pidió Judas que hiciera, porque Él no quería conquistar al mundo y tampoco quería poder. Cristo quería llegar a los corazones a través del amor, no con el poder, con la autoridad, ni mucho menos con la violencia. La primera vez que pelearon (lo sé porque me encontraba allí) fue muy fuerte. Judas se enojó porque Jesús comenzó a decir cosas en el Templo que descalificaban su imagen. Frente a sus amigos del Sanedrín, Jesús les da una imagen negativa. Judas dice: “Mira el Templo, estos son los escribas y fariseos.
Maestro, ahora Te escucharán, Tu les hablarás del Padre, harás prodigios..., finalmente hemos llegado hasta donde querías, a un paso de convertirte en Rey. Entonces Jesús lo mira y le responde: “¿Qué dices Judas? ¡Ellos tienen la mente cerrada!” Los Fariseos escuchan estas palabras, miran a Judas y sintiéndose insultados dicen: “¿Pero a quién nos has traído?” Entonces Judas le pide al Señor que se comporte mejor, intenta disuadirlo y que adopte una metodología política. El Señor lo reprende: “¡Judas, abre tu corazón, no la mente! ¡Abre tu corazón!” A pesar de ello, gracias a las recomendaciones, Jesús entra en el Templo y comienza a predicar. Judas lucha tenazmente contra Cristo, para que realice milagros dentro del Templo, frente a Caifás. Después de todos esos hechos en presencia de los Fariseos, de los doctores, de los políticos y de los Romanos, Cristo no hace nada frente al Jefe absoluto del Templo, ni siquiera un pequeño milagro. Judas, desilusionado, se enoja. El Sanedrín se vuelve un enemigo de Cristo y le dice a Judas: tu Maestro nos ha cansado. Nosotros te respetamos, eres un hombre culto, rico (Judas era hijo de millonarios, y había sido abandonado por sus padres porque seguía a Cristo), respetable, extraordinario, pero con respecto a tu Maestro has cometido un grave error, eres un estúpido, déjalo. Pero Judas tiene fe, cree en Cristo, sostiene que ellos se están equivocando y que les demostrará a todos que tiene razón. “Lo traeré aquí, pero tenéis que escucharlo”. Jesús ya estaba siendo buscado desde hacía días. Los Fariseos engañaron a Judas y le hicieron creer que lo escucharían, le brindaron una escolta de guardias, pero en realidad querían arrestarlo. Durante la última Cena Jesús declara: “En verdad, en verdad os digo uno de vosotros me traicionará”. Juan quiere que el Señor triunfe en la justicia, ha comprendido perfectamente que Lo matarán y, siendo consciente de ser contrario a ello, pregunta: “Maestro ¿Yo te traicionaré?”
Jesús responde: “No hijo. A quien yo diere el pan mojado, aquél es”. Jesús sabe todo, pero os aseguro que Judas, hasta ese momento estaba absolutamente convencido de que lograría llevar a Cristo ante el Sanderín, donde haría un milagro como para poder decir: “¡Gracias a mi Cristo ha vencido! Hermanos, abracémonos”. En cambio Jesús no hace nada, entonces Judas se siente traicionado y Lo hace arrestar. Una vez que moja el pan Jesús se lo da a Judas diciendo: “Lo que vas a hacer, hazlo pronto” (Juan 13, 27), en ese momento Satanás, o sea Arimane, el Anticristo, lo personifica. Judas va al Sanedrín, lleno de odio, el amor por Cristo se transforma en odio, Judas (Satanás) en este momento piensa: “si yo tuviera el poder que Él tiene los mataría a todos, los conquistaría. ¿Por qué Jesús no usa el poder que tiene? Ahora Lo hago arrestar y Lo obligaré a usarlo por la fuerza. Entonces el Hijo de Dios reaccionará, hará caer rayos y centellas...” En cambio Cristo no hace nada. Después del juicio Jesús es condenado y azotado, Satanás deja a Judas y éste vuelve a ser sí mismo y comprende que Lo ha traicionado. Su racionalidad lo lleva a equivocarse nuevamente. El corazón no lo deja razonar, piensa que merece la muerte y en lugar de pedir perdón, se mata. Nadie puede juzgarse a sí mismo, si hubiera ido a ver a Cristo y si le hubiera pedido perdón habría sido perdonado y os aseguro que la historia de Judas habría sido diferente. El pasaje que has citado es real, porque el Padre Adonay le da una posibilidad a Judas para redimirse, convirtiéndolo en instrumento de Justicia y de Karma; actualmente lo está haciendo.

P: Para seguir en el tema, te cuento un hecho. A un chico que conozco se le presentó Satanás en el sueño. Tenía un rostro horrible y gelatinoso, si bien le tocaba la cara no sentía miedo. En determinado momento se puso a rezar y él se fue.

G:¿Por qué te lo contó a ti? ¿Sabe quién eres y qué es lo que haces?

P: Si, me conoce, jugábamos juntos al fútbol. No ha venido a ninguna de nuestras reuniones, pero sabe que me interesa la espiritualidad y que sigo tu mensaje. Le he dado también material informativo.

G:Tu amigo tuvo ese sueño para acercarse a la Verdad. En verdad os digo, Satanás puede ser un instrumento de Cristo para haceros acercar a la Verdad, el hombre no. Él está en contra de Dios y de la Verdad. Incluso Satanás puede ser un instrumento de la misericordia divina para hacer conocer la Verdad de Cristo, en cambio el hombre es perverso y desobediente. Tienes que decirle a este joven que el sueño es negativo porque ha soñado con Satanás, pero al haberte encontrado a ti Domenico, que eres un discípulo de Cristo, él podrá conocer a un mensajero Suyo. Entonces el sueño se transformará y pasará a ser positivo.

P: ¿Por qué no tuvo miedo?

G:Evidentemente tiene dentro la Verdad. Dile que me pone feliz que no haya tenido miedo y que quisiera verlo.

P: Con respecto a esto quisiera destacar que en el momento que el Maestro nos contacte, con esta gran fuente de amor, si hubiera algo que no está bien en nosotros, porque nuestro inconsciente y la mente no están en armonía, probablemente podríamos llegar a actuar como Judas. Osho decía que el ego espiritual es el más peligroso.

G:Así es, Judas se equivocó por su ego espiritual. Con su arrogancia y presunción, antepuso su cerebro al corazón. Él era muy preparado, conocía perfectamente la Verdad, mejor que todos los demás, como Juan el apóstol que era el elegido, aquel que usaba el corazón. En cambio Judas a menudo hacía referencia a la mente y menos al corazón. Te aseguro que él entregó a Cristo, Lo hizo arrestar y Lo traicionó porque quería a toda costa que hiciera un milagro dentro del Sanedrín; no porque no creía en Jesús, todo lo contrario. De la misma forma, si tu mañana me invitaras a mí, que soy un estigmatizado, a acompañarte a ver al obispo de Pordenone, para hacer un milagro frente a él para que toda la ciudad me crea, sabiendo que puedo hacerlo, yo te diría: “Amigo mío, no voy a ir a ver al obispo porque tengo que conquistar los corazones de los pobres, no me interesan los poderosos”. Judas no entendía por qué Jesús, que había venido a instaurar el Reino de Dios en la Tierra, fuera a estar con los desgraciados y que ignorara a los poderosos. El concepto de Judas también es el nuestro, y es erróneo, perverso, demoníaco, un concepto en el que Dios está del lado de los poderosos. No, Dios está cerca de los miserables, de los débiles, de los perseguidos, de los pobres y de los afligidos.

P: ¿Qué piensas del ego? ¿Es la mente misma la que se convierte en el demonio?

G:El demonio es una entidad en sí misma, individual, no es solo la mente. Es un ser espiritual muy poderoso, no forma parte de nuestro ego. En lo que respecta al ego, en base a nuestra elección podemos sufrir el condicionamiento de la entidad demoníaca que se encuentra en la mente, dejándonos influenciar por el materialismo y el egoísmo. Una entidad espiritual que influencia el aspecto espiritual no es demoníaca sino que es una entidad de Luz. Por el contrario, una entidad que aumenta tu ego y que te tienta en el goce exclusivo de la materia, por lo tanto en el egoísmo, en el deseo de poseer y demás, es una entidad demoníaca. Demoníaca no significa que impone, no apunta la pistola en la sien, sino que ofrece, a través de caminos engañosos una mentira o proyectos irreales. Nunca impone nada, eres tú quien decide si aceptar o decir: no, no me interesa. La entidad demoníaca te podría mostrar una dosis de droga y decir: “Toma, tendrás un éxtasis, gozarás, harás viajes estupendos”, pero no te abre la boca apuntándote la pistola en la sien. También la entidad angélica te ofrece un sahumerio y te dice: “Enciéndelo, reza, verás que estarás bien interiormente”, y luego probablemente sales a ayudar a los pobres de la calle o a un hermano que necesita ayuda. Tu espíritu decide qué hacer, el cerebro no es dueño de nada.

P: Este diálogo parecería adueñarse de nosotros.

G:El mensaje más grande que he recibido por parte de las entidades divinas, dice que para comprender el Amor Crístico interiormente hay que entrar en contacto con la esfera de la alegría y de la espiritualidad; de la alegría de existir, del amor absoluto y se necesita de acción. Ella abre el plexo solar, la glándula pineal y te pone en contacto único y exclusivamente con entidades divinas. No puede haber ningún tipo de influencia negativa, porque las entidades negativas no contemplan la acción altruista, sino tu ineficiencia, te llenan la cabeza de tonterías y de falsos profetas, para lograr que permanezcas en la indiferencia. Te engañan haciéndote creer que la espiritualidad significa pensar solo en ti mismo, en tu ego, en tu interioridad, porque todo el resto es Karma y no es un problema tuyo. Te hacen creer que no puedes hacer nada en esta sociedad ya que merece lo que está viviendo y es un Karma, por lo tanto te disuaden para no actuar. Después de que te han convencido te toman, te poseen, destruyéndote, y al final morirás infeliz, porque te darás cuenta de que no has hecho nada. En cambio la entidad Crística te invita a dedicar la mayor parte de tu tiempo a la acción, y una mínima parte, pero necesaria, a la oración. Cuantas más acciones realizas, más entidades positivas se te acercan y así desaparecen las negativas. Este es el mensaje. Lo he dicho y lo repito: no hay un contacto entre nosotros y las esferas espirituales divinas si no proyectamos todas las enseñanzas que hemos recibido en la lucha social para cambiar la sociedad. De lo contrario el contacto es falso o con demonios. No hay un contacto si no se pone en práctica la acción para cambiar nuestra sociedad, luchando por la justicia, la hermandad, ayudando a los que sufren, apoyando a los justos. Si os encontráis con un contactado que dice que ha visto a Dios, a Yogananda, a Osho, o bien a otro maestro espiritual y os indica el camino del “no hacer, o de hacer poco, o de pensar en vosotros mismos” no es cierto que ha visto a Dios, es falso. Te puede presentar todas las señales que quieras: los estigmas, los platillos voladores, puede materializar polvos mágicos, hacer prodigios, pero no está en contacto con Dios sino con el Anticristo. Dios no es amigo de los poderosos, es amigo de los débiles y los busca, va en medio de la calle, Él es harapiento y vagabundo, es un errante que busca a los pobres para consolarlos, al menos por ahora. Cuando le de el poder a Su Hijo no solo consolará a los esclavos, sino que los liberará. Será el libertador. 

P: Hitler es la reencarnación de Judas Iscariote. Has dicho además que Judas fue personificado por el Anticristo. ¿Desde el principio fue así?

G:Hoy está personificado por el Anticristo.

P: ¿Estaba programado que Hitler lo personificara?

G: Hitler no lo personificaba, sino que es la reencarnación del Anticristo.

P: ¿Qué piensas del ingeniero Francesco Castrica?

G: No puedo juzgar. Lo que he sabido de mis hermanos de las Arcas es que es un excelente médico, que abarca muchas cosas, enfermedades y que ayuda a mucha gente, por lo tanto no tengo absolutamente nada negativo que decir. Lo que puedo afirmar, en lo que a mí respecta, es que la fe mueve montañas. 

P: ¿Podrías explicar mejor el significado del símbolo de Dios que consiste en un triángulo, que en el centro tiene un ojo del cual parten rayos solares? ¿Se puede definir como un símbolo positivo, a pesar de que haya sido utilizado por los Illuminati?

G:El triángulo con el vértice hacia arriba es símbolo de Dios, todo viene de Él. En cambio el triángulo con el vértice hacia abajo, es un símbolo satánico. El hecho de que lo hayan utilizado los Illuminati, los Masones, no compromete su significado. Os recuerdo que nuestros amadísimos cardenales y Papas, torturaban arrancando la piel de mis hermanos indígenas con el Crucifijo por delante. Esto no significa que el Crucifijo no sea un símbolo de Cristo. El problema es cómo se utiliza.

Durante el juicio en contra de Giordano Bruno, torturado y condenado a la hoguera por la Inquisición de la Iglesia católica, el sacerdote, con el Cristo crucificado en sus manos decía: “¡Abjura! ¡Conviértete! ¡Arrepiéntete!” ¿Qué hizo entonces Giordano Bruno para destruir esa cristiandad? Escupió el crucifijo y dijo: “¿Ese es Cristo? ¿Existe un crucifijo que ordena matar a un inocente? Si es así él también es culpable”. Eso no significa que Giordano Bruno no creyera en Jesús, en todo caso no creía en el uso que se le daba a ese símbolo: con Jesús crucificado en las manos, una imagen preciosa de nuestro Señor, torturaban a los niños, violaban y mataban a los hombres, les arrancaban la piel. En el nombre de Cristo desvirgaban, le cortaban el clítoris y los pezones a las mujeres. ¿Estos son los cristianos? Yo tengo el coraje de decir la Verdad. Jesús es feliz de que yo la diga y le pedirá cuentas a quienes han utilizado el Amor más grande de todos los amores para sus bajezas personales. Luego los juzgará.

P: ¿Cuál es el significado del ojo de Ra o de Horus de los Egipcios? ¿Está relacionado con el ojo de Dios antes mencionado?

G:Claro, el ojo de Ra es el Sol. Los Egipcios adoraban el Sol y no se equivocaban porque es Cristo, Dios. Es el Monarca de este Sistema Solar que intenta desesperadamente, como un niño que necesita cariño, que lo miremos y digamos: “Gracias Padre, qué maravilloso eres... cuánto Amor que nos das”. En cambio se siente solo como un perro y dice: “¿Cómo puede ser que no me miren? Yo les doy la vida, la linfa vital, la madre Tierra con tantos frutos, hago nacer a los niños”. Por consiguiente ahora ¿sabes qué hará el Sol? Se llevará a todos los niños y nos destruirá. Hará un nuevo mundo, con un nuevo cielo y una nueva tierra.

Hasta pronto. Un abrazo para todas las Arcas.

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amen. Hasta pronto.

Las horas pasan, los meses, los años… vidas, sentimientos, batallas a favor de la vida, testimonios, se entrelazan, se desatan y pulsan en un ritmo continuo de contracción y apertura... mujeres y hombres se dejan para luego volverse a encontrar, se fortalecen, tejen y vivifican ese maravilloso, inmenso mandala que el Maestro ha trazado. Cada día una nueva pieza se une a nuestras vidas, una especie de viaje iniciático bajo Sus alas, para lograr comprender el incalculable valor de la Cruz; no de la fabricada por nosotros, los hombres para satisfacer el orgullo, para las ridículas apariencias, o para perseguir esperanzas absurdas.

A nosotros, así como a Noé, se nos ha comunicado: Dios destruirá el mundo, soplará sobre Su precioso Mandala, pero un nuevo Cielo y una nueva Tierra nos esperan. Si somos dignos, si recorremos Su Camino, ni a la derecha, ni a la izquierda, ni más rápido, ni más despacio; si su ejército de artistas está dispuesto a ejecutar Su Proyecto según Su voluntad; a defenderlo con valor hasta su cumplimiento con el mismo sentimiento, con la fuerza del amor, llevando con honor las cruces del Evangelio, no las del mundo.

Sandra De Marco
San Giovanni di Polcenigo (Pordenone – Italia)
05 de Mayo de 2014

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