lunes, 19 de mayo de 2014

LAS ARCAS, COMUNIDADES DE LA NUEVA HUMANIDAD.





¡VIGILAD! Y SOBRE TODO ESTAD UNIDOS. EL CAMINO SOLITARIO SIN LA COMUNIÓN ENTRE VOSOTROS, LLAMADOS, ES UNA TENTACIÓN QUE OS ARRASTRARÁ INEXORABLEMENTE LEJOS DE MI LUZ CRÍSTICA.

EL HIJO DEL HOMBRE ESTARÁ PRESENTE CON VOSOTROS SOLO SI, UNIDOS EN EL CAMINO MESIÁNICO, OS AMÁIS COMO HERMANOS, OS NUTRÍS DE MI CUERPO Y BEBÉIS DE MI SANGRE. NO PENSÉIS QUE YO PUEDA CONSOLAR VUESTRAS ALMAS SI LAS MISMAS RECORREN SOLITARIAS EL CAMINO DE LA VERDAD QUE LLEVA A LA REDENCIÓN.

¡ESTAD ATENTOS! ¡OS HE ADVERTIDO!

¡EL CÁLIZ DE LA COMUNIÓN CRÍSTICA QUE VIVE ENTRE VOSOTROS, EXISTE PARA SACIAR LA SED DE VUESTRO ESPÍRITU CANDIDATO A LA REDENCIÓN CON EL AGUA DE LA VIDA!

¡ESCUCHADLO!
¡TENED MI PAZ!

DEL CIELO A LA TIERRA

Las Parejas (Santa Fe, Argentina)
30 de Marzo de 2013.
09:52 horas
Giorgio Bongiovanni


Queridos hermanos de todas las arcas:

Llegamos a Italia después del viaje a Sudamérica con el corazón lleno del Amor de todos ustedes. En estos tiempos cada vez más difíciles es, ahora más que nunca, fundamental trabajar en pos de la UNIÓN de los hermanos en cada una de las arcas. Los tiempos se acortan y se vuelven cada vez más difíciles y el demonio intenta por todos los medios atraparnos y sacarnos de esta Obra Sagrada que tanto le molesta. Él sabe perfectamente que su tiempo se está por terminar, por ello intenta llevarse la mayor cantidad de espíritus posibles, sacándoselos a la Luz. Somos muy afortunados porque el Maestro de todos los Maestros, Jesús Cristo, nos miró y creyendo en nosotros, que no somos nada, nos dio su amistad. ¿Somos conscientes de ello? Lamentablemente muchas veces no. Pero el Señor, con su amor incondicional por sus amigos, nos perdona siempre, dándonos otra posibilidad, ofreciéndonos Su mano para levantarnos. Y siempre podemos caer, lo importante es que siempre logremos levantarnos. Para poder seguir Su camino, hacia donde nos ha llamado, para que sigamos haciendo con coherencia nuestra tarea en este tiempo, Él estará presente en nuestras vidas, cuidando a nuestros hijos, bendiciendo nuestras vidas.

Pero al inicio de este año se sintió un cambio muy fuerte.

Es que el tiempo ha llegado. Y nos queda realmente muy poco tiempo.

Ha llegado el tiempo de la justicia.

Hemos reclamado esta justicia desde hace tiempo porque este mundo no nos gustaba, hemos gritado al Cielo que estábamos cansados de vivir en un mundo que no nos pertenece.

Ahora el Cielo nos ha escuchado.

El Padre Adonay ha dado la orden, y la Virgen ha dejado libre el brazo de Su Hijo.

La justicia llega.

Tenemos que sentirnos felices. Tenemos que sentirnos aliviados. 

Pero tenemos que tener presente un pequeño detalle. Que esta justicia empezará por nosotros, por aquellos que la hemos reclamado en voz tan alta. Por nosotros que le hemos prometido a Cristo que serviríamos esta misión, que le hemos dicho: “Si Señor, aquí estoy para servirte”.

El Cielo nos ha tomado muy en serio. No es un juego. Ahora este Cielo pretende un CAMBIO de nuestra parte.

Se siente, se percibe. 

Hasta ahora ha cerrado un ojo ante nuestras limitaciones y debilidades humanas, pero ahora nos pide algo más. La Vibración del Sol, nuestro Padre, es cada día más fuerte y quienes no entren en sintonía con los valores Crísticos no la soportarán y quedarán quemados.

La Obra en este momento es como una lavadora que está en el momento del centrifugado. Y gira muy velozmente. Y nosotros estamos allí dentro y giramos con ella. Pero si no giramos a su misma frecuencia y empezamos a darle lugar a nuestras frustraciones (no me ama, no me entiende, no sabe hacer esto o lo otro), a los celos, a los prejuicios, a la arrogancia, al egoísmo, al cansancio, la fuerza centrípeta nos expulsará de la hélice con una fuerza tan grande que no me imagino a dónde podríamos ir a parar, seguramente muy lejos de aquí.

Entonces no podemos permitirle al demonio que gane, y no podemos permitirnos a nosotros mismos tirar a la basura todos los sacrificios de estos años, todos los momentos sublimes, y todo lo que hemos aprendido en esta escuela impagable. Entonces ¡sigamos adelante! Resolvamos los problemas entre nosotros, en el momento que surgen, inmediátamente. No dejemos pasar el tiempo. El Señor nos dijo: “Pero nunca terminen el día sin haber hecho las paces con vuestro hermano”. Es un dictamen muy preciso y tiene una importancia extrema. Mirémonos a los ojos y con profunda humildad, pero también con verdadera sinceridad, hablemos con el hermano de lo que nos hace estar mal, de lo que no entendemos, de lo que vemos de otra forma y encontremos juntos una solución, pero no para sentirnos bien, o para gratificar nuestras ideas, sino para mejorar y hacer las cosas de la mejor manera posible.

Esta misión no es nuestra. Le pertenece a Cristo y a Su Padre.

En la Tierra fue confiada a los dos Juanes. Nosotros somos humildes servidores.

Giorgio Bongiovanni con sus señales sagradas tiene el testimonio de esta Obra que no es un movimiento anárquico sino que obedece a las Leyes universales gobernadas por una monarquía piramidal que empieza en lo alto. El Espíritu Santo gobierna todo. Los Padres, Dioses, gobiernan los Universos, el Padre Adonay gobierna nuestro Sol, el Hijo Jesús Cristo es la manifestación de la luz del Padre en los planetas de nuestro Universo. Las doce tribus de Cristo en la Tierra tienen sus representantes, los apóstoles, que obran en todo el mundo. A la tribu de Juan le fue confiada la Galilea de Los Gentiles que comprende las tierras del sur de América y de Europa. Los representantes de la tribu de Juan corresponden a Juan el Apóstol y a Juan el Bautista, ambos precursores de Cristo. La tribu de Juan el Bautista es gobernada en este tiempo por Nibiru Arat Ra, cuyo nombre en la Tierra es Giorgio Bongiovanni. A sus grupos operativos se los denomina “arcas”. Cada arca tiene su representante coordinador elegido por el mismo Giorgio.

Como podemos ver todos obedecen a alguien. A excepción hecha del Espíritu Santo que obedece a Si mismo. Entonces: ¡Humildad, Obediencia, Espíritu de servicio! Pilares fundamentales para poder cumplir nuestra misión. Fundamentales para lograr Equilibrio, Armonía, Justicia y Amor en las arcas.

Giorgio nos ha dicho muchas veces que tenemos que dejar todo si queremos heredar el nuevo Reino de Dios en la Tierra. Ha llegado el tiempo en el que tenemos que comprender este valor. Dejar de querer algo para nosotros. Sentimientos, satisfacciones, bienes materiales, cualquier cosa. Lo único que tiene que haber en nuestros corazones son las ganas de dar y no de recibir. De dar cada día algo más de nosotros, lo que tenemos fuera y dentro de nosotros para que nuestras Arcas puedan florecer, para que cuando salgamos fuera y hablemos con la gente, y cuando caminemos por la calle, las personas puedan percibir nuestro perfume que emana de los valores que vivimos cada día con nuestros hermanos y con la vida. Cuando nos sentimos tristes la mayoría de las veces es por un motivo egoísta, porque necesitamos algo para nosotros, más amor y atención de nuestro compañero, de nuestros hijos, de nuestros hermanos, porque no tenemos dinero, porque buscamos fuera algo para llenar nuestro espíritu y perdemos de vista que todo lo que buscamos fuera en realidad se esconde dentro de nosotros. Y allí tenemos que buscar. Si estoy enojado con mi hermano porque me ha hecho algo que me hace estar mal, y yo voy hacia él, y le digo que lo quiero mucho y que tenemos que hacer las cosas en armonía, seguro encontraremos las soluciones que buscamos. En el momento que comprendamos estos valores, como por arte de magia todos los problemas se disolverán, desaparecerán. Una gran alegría, una cálida paz, un ardiente amor, tomarán el lugar de la tristeza, de la disputa, de la inquietud.

Somos un experimento para nuestros Hermanos Cósmicos, nos ha dicho Giorgio. Un experimento para ver si estamos listos para entrar en una comunidad de la Confederación Interestelar, una comunidad de la Nueva Humanidad que nacerà de las cenizas de la actual. Si no logramos la unión y la armonía en nuestras arcas significará que hemos fracasado en el experimento y que no estamos listos para esa elección. Si ahora no logramos construir pequeñas comunidades ¿cómo podríamos llegar a formar parte de una gran comunidad cósmica el día de mañana? Es más que lógico. Básico. No le echemos siempre la culpa a los demás de lo que no logramos, o no queremos hacer nosotros.

Entonces, los representantes de las arcas no son más importantes que los hermanos, simplemente tienen la tarea más difícil: la de buscar la parte más bella del hermano y de trabajar con ella.

Exaltar la belleza del hermano y no mirar con prejuicios la parte que no les gusta, hablar con el hermano con humildad y amor, intentando entender su forma de ser y de actuar, de manera tal que el hermano pueda, al verlos, seguir el ejemplo. Jamás he escuchado a Giorgio criticar a un hermano, juzgarlo, así como tampoco lo he visto ver la mala fe en el hermano que comete un error, quedándome asombrada en determinadas situaciones, él siempre mira el talento del hermano y trabaja con el mismo para amplificarlo. Giorgio nos ha enseñado esto con su vida y con su sangre derramada por todos nosotros, a imitación de nuestro Señor Jesús Cristo que lavó los pies de Sus apóstoles, se dejó escupir, se dejó flagelar, se dejó crucificar. Al mismo tiempo tienen la tarea de coordinar las actividades de las arcas. El representante también puede elegir a los responsables de las diferentes actividades, para que cada uno pueda ocuparse de lo que es más afín a su aptitud para poder así expresar mejor su talento.

Todos los hermanos de las arcas al mismo tiempo tienen que respetar las órdenes y decisiones finales del representante (que siempre informa a su superior que es Giorgio), hablando siempre con él de lo que piensan incluso cuando no están de acuerdo en algo, hablando del problema con el corazón abierto y con profunda humildad, porque seguir la Obra significa perder todo, incluso a si mismos, por lo tanto ante cualquier problema que pueda llegar a surgir no tenemos que tomarlo como algo personal, sino como una forma para mejorar nuestro trabajo por Cristo. Los hermanos tienen que apoyar al responsable, darle fuerza y aliento porque su tarea no es fácil. Si el grupo llega a lograr algo positivo será por mérito de toda el arca, pero si ocurre algo negativo (errores, o cualquier otra cosa) será principalmente por su responsabilidad y por ello será amonestado. Ser representante significa entonces aceptar una gran responsabilidad y no un premio.

No olviden la maravillosa importancia que tienen nuestros niños y nuestros jóvenes de las arcas, tenemos que dedicarles tiempo, tenemos que hacer de todo para guiarlos para que puedan concretar sus ideales. Sus sonrisas y sus alegrías son la respuesta a nuestro trabajo, son el regalo a cambio de nuestros sacrificios, el Cielo nos habla a través de ellos.

Ningún arca tiene que sentirse sola en llevar adelante todo, sino que tiene que sentir el apoyo de todas las arcas operativas y todas juntas tienen que sentirse una sola cosa. Tienen que comunicar entre ellas, transmitiéndose sus experiencias, sus conquistas, sus problemas. El espíritu de Juan, como un águila dorada, tiene sus alas despliegadas para protegerlas. Las arcas tienen que estar siempre abiertas a sentir como “hermanos” a todos aquellos que alrededor del mundo ponen en práctica los valores del Evangelio, ya sean ateos o pertenecientes a cualquier credo religioso. Pero tienen que ser determinadas en cumplir con la tarea específica que sabemos que tienen. Comprender esto significa tomar conciencia de formar parte del Cuerpo Místico de Cristo.

Con estas bases podemos seguir tranquilos con nuestras tareas de padres y responsables de las diferentes actividades para ayudar a los niños que lo necesitan, para difundir el mensaje que nos llega desde el Cielo a través de Giorgio, anunciando el próximo regreso del nuestro amado Maestro Cristo Jesús a la Tierra, para llevar adelante la denuncia y la lucha en contra de todas las formas en las que se manifiesta “el mal” apoyando las batallas de los justos.

La arcas tienen que dar aliento y fuerza nueva a sus integrantes y por consiguiente a “aquel” que tiene la tarea más difícil.
A lo largo de estos 25 años Giorgio ha viajado alrededor del mundo. Con sus pies sangrantes ha tocado los Países de América Latina, de Europa, así como los Estados Unidos, Rusia, Australia, África y, por supuesto, Italia. Sus manos sagradas han bendecido nuestras Arcas, han tocado nuestros corazones, han acariciado a nuestros hijos. Un mensajero de Dios que ha venido de las estrellas para santificar nuestras vidas vacías. Un hombre que no tiene una casa, no tiene una cama, no está con su familia. Sus casas son las arcas y su familia son los hermanos. Que ha sacrificado su vida por todos nosotros, con un Amor difícil de entender, un Amor verdadero, un Amor que enciende los corazones en una alquimia que pertenece a ÉL, al Cristo, que transforma haciendo nuevas todas las cosas.

Si lo imitamos ganaremos esta guerra. Una guerra que antes que nada se combate dentro de nosotros mismos porque allí se encuentra nuestro peor enemigo.

Amplifiquemos cada día más la luz de nuestros espíritus eternos.

En esta última parte de la misión Giorgio estará muy concentrado en la lucha en contra del mal, para desenmascarar el rostro del anticristo. Nosotros, si queremos ayudarlo, tenemos que aprender a solucionar los problemas internos de las arcas. Tenemos que transmitirle que su sangre, derramada en todos estos años por nosotros, ha servido para algo, que su sangre ha dado vida a Verdaderas Comunidades que han comprendido el mensaje y que han hecho suyo el verdadero VALOR DE LA UNIÓN en el marco del Santo Grial, listo para ser ofrecido en sacrificio por todos nosotros, para la nueva y eterna alianza en remisión de los pecados. 

Por la Gloria de Dios.

Sigamos adelante entonces en esta última fase de la misión.

Cada responsable tiene que ser una manifestación de Giorgio en su propia arca, imitándolo.
Cada hermano tiene que ser un verdadero soldado de Cristo, obediente, creativo, dinámico, lleno de propuestas, tiene que sentir la responsabilidad de su arca como su familia y buscar por todos los medios posibles la Unión de los hermanos. Siempre. Incansablemente.

Hombres, mujeres y jóvenes, es hora de crecer.

Recordando que todos unidos formamos una tribu. La tribu de Juan. La tribu que prepara y anuncia la manifestación en el mundo del Rey de los reyes, Nuestro Maestro y Señor, Jesús Cristo.

Templarios de un antiguo tiempo, arrodillémonos ante su inmensidad.

Con profunda devoción y con todo mi amor hacia todos ustedes especiales, extraordinarios y maravillosos hermanos.
Siempre vuestra.

Sonia Alea
16 de Mayo de 2014

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