EVANGELIO DE MATEO

EVANGELIO DE MATEO
TODOS VERÁN AL HIJO DEL HOMBRE VENIR SOBRE LAS NUBES DEL CIELO CON GRAN POTENCIA Y GLORIA (MATEO 24:30)

viernes, 29 de junio de 2012

EL FIN DE LOS TIEMPOS



                                                          Los cuatro jinetes del apocalipsis

Lo citan las Sagradas Escrituras en el Apocalipsis, en algunas cartas de San Pablo, de San Pedro; en Mateo 24, así como en el antiguo Testamento, se citan los Últimos Tiempos y sus signos. 

Vendrán acompañados de signos claros y precisos:

a).- Se proclamará el Evangelio en todo el mundo. -Mt. 24,14.

b).- Dejadez espiritual; práctica despreocupada de los vicios humanos; vendrá una gran confusión general. -2.Tim. 3,1

c).- Llegará la Gran Apostasía dentro de la Iglesia de Dios, aparecerán falsos profetas, y seguirán a maestros que proclamarán enseñanzas y prácticas erradas, confundiendo a muchos, y llevándoles a la perdición. -1.Tim. 4,1.


EN LA SAGRADA BIBLIA 
Errores nunca vistos oficialmente; herejías; apostasía generalizada; guerras fratricidas, catástrofes naturales, huracanes, terremotos; persecución a la Iglesia, desacralización del templo de Dios. -Mt. 24,16-35; -Dn 8, 13-18.

"Ten presente que en los últimos días sobrevendrán momentos difíciles; los hombres serán egoístas, avaros, fanfarrones, soberbios, difamadores, rebeldes a los padres, ingratos, irreligiosos, desnaturalizados, implacables, calumniadores, disolutos, despiadados, enemigos del bien, traidores, temerarios, infatuados, más amantes de los placeres que de Dios, que tendrán la apariencia de piedad, pero desmentirán su eficacia." -2.Tim. 3,1-4.


"El Espíritu dice claramente que en los últimos tiempos algunos apostatarán de la fe, entregándose a espíritus engañadores y a doctrinas diabólicas." -1.Tim. 4,1.

Prácticas satánicas, fanfarronerías, difamaciones; división dentro de la misma Iglesia, abusos, seglarización del clero, abandono espiritual de los fieles... ¿No estamos observando estos signos cada vez con más frecuencia?

Los Evangelios lo dicen claramente:

«Porque habrá entonces una gran tribulación, cual no la hubo desde el principio del mundo hasta el presente ni volverá a haberla. Y si aquellos días no se abreviasen, no se salvaría nadie.» -Mt. 24, 21

También en muchos "mensajes celestiales", de los más variados lugares y culturas, Jesucristo y su Santa Madre nos anuncia la inminencia de los Últimos Tiempos: Kerizinen, Unbe, Garabandal, El Escorial; al Padre Gobbi, al P. Ottavio Michelini; Medjugorje. La Salette, Fátima, Lourdes, Knock, Amsterdam, Heede, Beauraing, Potmain, Lavang, Finca de Betania, etc.

En las apariciones recientemente aprobados por la Iglesia, Akita, Kibeho, las llamadas son siempre más urgentes y apremiantes.

1.- ANUNCIA LOS ÚLTIMOS TIEMPOS.
2.- UN AVISO DE DIOS A LA HUMANIDAD.
3.- SEGUIDO DE UN GRAN MILAGRO.
4.- ANUNCIA TRES DÍAS DE TINIEBLAS.
5.- Y UN CASTIGO DE DIOS A LA HUMANIDAD.
6.- Y LA SEGUNDA VENIDA DE N. S. JESUCRISTO.

LA GRAN TRIBULACIÓN


«Se proclamará esta Buena Nueva del Reino en el mundo entero, para dar testimonio a todas las naciones. Y entonces vendrá el fin. Cuando veáis, pues, la abominación de la desolación, anunciada por el profeta Daniel, erigida en el Lugar Santo -el que lea, que entienda-, entonces, los que estén en Judea, huyan a los montes. ... Porque habrá entonces una gran tribulación, cual no la hubo desde el principio del mundo hasta el presente ni volverá a haberla.
Y si aquellos días no se abreviasen, no se salvaría nadie;... Inmediatamente después de la tribulación de aquellos días, el sol se oscurecerá, la luna no dará su resplandor, las estrellas caerán del cielo, y las fuerzas de los cielos serán sacudidas... aparecerá en el cielo la señal del Hijo del hombre; y entonces se golpearán el pecho todas las razas de la tierra y verán al Hijo del hombre venir sobre las nubes del cielo con gran poder y gloria. El enviará a sus ángeles con sonora trompeta, y reunirán de los cuatro vientos a sus elegidos, desde un extremo de los cielos hasta el otro.» -San Mateo, 24,1-31.

VIENEN A AYUDARNOS
  
Como en La Salette, Fátima, Akita, Kibeho, Amsterdam, Jesús y María vienen a personas humildes y sencillas:

A.- Los mensajes dicen todos lo mismo; con palabras casi idénticas.
B.- Por su condición social y poca cultura, los videntes, no tienen, ni pudieran tener la erudición y desenvoltura demostrada en los mensajes.
C.- Ni mucho menos la "sabiduría del mundo", y las posibilidades económicas necesarias para perpetrar semejante manejo.
D.- Hay muchos mensajes ya aprobados por la Iglesia, que dicen esencialmente lo mismo, que las otras apariciones.

La Santísima Virgen y Nuestro Señor piden oración, penitencia y sacrificio; cumplimiento de los deberes cristianos, el rezo del santo rosario, ir decentemente vestidos a misa, tomar la sagrada comunión en la boca y de rodillas, nunca en la mano, amar y ayudar a nuestros hermanos... etc.

Ellos vienen a muchos lugares para prepararnos y ayudarnos. Nos advierten, nos asisten amorosamente, para superar esta gran tribulación:

«Vengo para preveniros de todo lo que va a ocurrir, como una buena madre. ... No me duele el dolor , me duele que mis hijos vayan al abismo. Eso es lo que me duele: mis hijos.» - 17.8.1988.

«¡He aquí que vengo pronto! Bienaventurado el que guarda
las palabras de la profecía de este libro.» -Apocalipsis 22,6.

Sin duda alguna estamos en el umbral cósmico de los grandes cambios espirituales, astronómicos y geofísicos, (lo uno como consecuencia de lo otro), comparable a lo anunciado en el libro del Apocalipsis.

Esto, aun los no creyentes lo pueden percibir en los acontecimientos diarios transmitidos por la la prensa, la radio y la televisión.

Pero los que creen y esperan, no dudan, tienen ya la certeza de que así es, pues fué anunciado por Jesucristo y por su Santísima Madre en muchos lugares de aparición.

Y a pesar de que algunos atacan estas manifestaciones y revelaciones con muchas citas bíblicasmanipulando la verdad, no son contrarios a lo revelado en la Sagrada escritura. Todo lo contrario:

Los mensajes de las varias apariciones verdaderas existentes en todo el mundo, clarifican y complementan lo revelado en los libros sagrados, (Mt. 24.; Mc. 13; Lc. 21): los signos de los tiempos:

«El Señor, ha enviado su ángel para mostrar a sus siervos las cosas que están para suceder ... ¡He aquí que vengo pronto! Bienaventurado el que guarda las palabras de la profecía de este libro.» -Apocalipsis 22,6.

Pero en la gran confusión reinante en nuestros días se niega todo..., hasta lo más visible y palpable. Esta "confusión" también fué anunciada:
  
"Ten presente que en los últimos días sobrevendrán momentos difíciles; los hombres serán egoístas, avaros, fanfarrones, soberbios, difamadores, rebeldes a los padres, ingratos, irreligiosos, desnaturalizados, implacables, calumniadores, disolutos, despiadados, enemigos del bien, traidores, temerarios, infatuados, más amantes de los placeres que de Dios, que tendrán la apariencia de piedad, pero desmentirán su eficacia." -2.Tim. 3,1-4.
  
"El Espíritu dice claramente que en los últimos tiempos algunos apostatarán de la fe, entregándose a espíritus engañadores y a doctrinas diabólicas." -1.Tim. 4,1.

Unos dicen que no, que no nos preocupemos, "que no nos dejemos atemorizar, pues no va a pasar nada"; "que ya en tiempos de San Pablo esperaban la Segunda Venida de Jesucristo a la tierra, y no pasó nada".

Interpretan mal las Escrituras, tomando solamente lo que les interesa y rechazando lo que no se adapta a su pensar mundano.
Desprecian el contexto general de la Sagrada Biblia, y todo lo que no concuerda con sus ideas preconcebidas; negándose a admitir la posible existencia de apariciones, y no aceptan sus mensajes de advertencias a la humanidad; y esto, a pesar de que en la Biblia misma lo vemos claramente reflejado. -Mt. 24.; Mc. 13; Lc. 21.

"1 Por lo que hace a la Venida de Nuestro Señor Jesucristo y a nuestra reunión con Él, os rogamos hermanos, 2 que no os turbéis de ligero, perdiendo el buen sentido, y no os alarméis, ni por espíritu, ni por discurso, ni por epístola, como si fuera nuestra, como si el día del Señor estuviera inminente. 3 Que nadie en modo alguno os engañe, porque antes ha de venir la apostasía, y ha de manifestarse el hombre de la iniquidad, el hijo de la perdición, 4 que se opone y se alza contra todo lo que se dice de Dios o es adorado, hasta sentarse en el templo de Dios y proclamarse dios a sí mismo". ... 6 Y ahora sabéis qué es lo que le contiene, hasta que llegue el tiempo de manifestarse. 7 Porque el misterio de iniquidad está ya en acción; solo falta que el que le retiene sea apartado del medio. 8 Entonces se manifestará el inicuo, a quien el Señor Jesús matará con el aliento de su boca, destruyéndole con la manifestación de Su Venida." -2Tes 2.

Vemos que lo que dice San Pablo es que antes de la Segunda Venida de Jesús, vendrá la Gran Apostasía, y se manifestará el anticristo.

En el Apocalipsis de San Juan, en las cartas de San Pablo, de San Pedro y de San Juan; así como en los evangelios, y en algunos libros del Antiguo Testamento, se citan los Últimos Tiempos, y sus signos.

Esto no lo podemos negar. Pero en la gran confusión reinante en nuestros días se niega todo, hasta lo más visible y palpable: la realidad estremecedora del mundo, los SIGNOS DE LOS TIEMPOS.

"... 9 Cuando oyereis hablar de guerras y revueltas no os aterréis, porque es preciso que sucedan estas cosas primero. 10 ... se levantará nación contra nación y reino contra reino; 11 habrá grandes terremotos, y en diversos lugares hambres, pestes, espantos y grandes señales del Cielo. ... 20 Cuando viereis a Jerusalén cercada por los ejércitos, entended que se aproxima su desolación. ... 25 Habrá señales en el sol, en la luna, y en las estrellas, y sobre la tierra perturbación de las naciones, aterradas por los bramidos del mar, y la agitación de las olas, 26 exhalando los hombres sus almas por el terror, y el ansia de lo que viene sobre la tierra, pues los poderes celestes se conmoverán. 27 Entonces verán al Hijo del hombre venir en una nube con gran poder y majestad. 28 Cuando estas cosas empiecen a suceder, levantad vuestras cabezas, alegraos, porque se acerca vuestra redención." -San Lucas 21,9-28.

En algunos lugares del planeta, estas señales ya llegaron. Nos las traen los periódicos y la televisióny nos recuerdan inevitablemente lo que ya fué anunciado. Meter la cabeza en la arena, y decir: "no se preocupen, que no va a pasar nada", no es muy inteligente, ni muy viable.

Cerrar los ojos no va a servir de nada, no lo va a poder evitar. Lo que tenga que venir llegará irremisiblemente. Lo hubiéramos podido parar con nuestras oraciones y nuestra conversión. Con sinceridad.

Vivimos en medio de una tremenda confusión, y el enemigo acecha por doquier. Por este motivobueno es remitirnos a las advertencias de Nuestra Santa Madre y de Nuestro Señor, en muchos lugares de aparición, donde nos dan a conocer "los signos de los tiempos".

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