El fósil, que fue atribuido a la especie "Tropeognathus mesembrinus", es el más grande encontrado en el hemisferio sur y el tercero en el mundo.
por AFP - 20/03/2013
El esqueleto del mayor reptil prehistórico volador encontrado en Brasil, de 8,2 metros de envergadura, fue presentado el miércoles en el Museo Nacional de Río de Janeiro, donde se celebrará en mayo un congreso internacional sobre pterosaurios.
"Lo que hace particularmente especial a este ejemplar es que se trata del fósil más completo encontrado hasta ahora, con casi todo el esqueleto preservado, incluso el cráneo", explicó Alexander Kellner, paleontólogo de la Universidad Federal de Rio de Janeiro (UFRJ) al presentar la reconstrucción del animal, en resina de poliéster.
El especimen fue atribuido a la especie "Tropeognathus mesembrinus", cuya envergadura media es de unos 7 metros, aunque este era especialmente grande.
"Este fósil encontrado en las rocas de la Chapada de Araripe, en el noreste de Brasil, es el más grande encontrado en el hemisferio sur y el tercero en el mundo", destacó Kellner, quien también presentó una construcción de cómo sería la cabeza de este lagarto alado en vida.
El estudio de la estructura del tejido óseo del animal mostró que se trataba de un ejemplar adulto.
La especie pertenece a la familia de los "Anhangueridae", animales que se caracterizan por una cresta en la parte anterior del cráneo y la parte superior de la mandíbula con una dentadura que muestra que se alimentaban de peces, explicó el paleontólogo brasileño.
"Los vasos sanguíneos de la cresta servían para regular la temperatura del cuerpo del animal", subrayó el investigador.
"Podemos probar que estos reptiles gigantes voladores existían en el cielo del noreste de Brasil mucho antes de lo que pensábamos, porque los fósiles han sido encontrados en formaciones rocosas de 110 millones de años", afirmó Kellner.
Otras especies de Anhangueridae ya fueron halladas en diversas partes del mundo, como Marruecos, Inglaterra, Mongolia, Estados Unidos y China, pero sobre todo en el noreste de Brasil.
En diálogo con la AFP, Alamo Saraiva, un paleontólogo de la Universidad de Cariri, explicó que "este reptil volador gigante se alimentaba cerca del lago. Era un pescador".
Sin embargo, "era frágil de huesos, porque eran huecos, y lo que sucedía, por ejemplo, es que sus alas se rompían si chocaban contra el agua. Por eso encontramos muchos fósiles en el fondo de los los lagos del Cretácico", añadió.
En la región de Araripe, "ya se han encontrado fósiles tridimensionales con el tejido blando conservado, los vasos sanguíneos, la piel, los músculos. En resumen, es posible estudiar los fósiles en esta región como si fueran momias reales", afirmó Saraiva.
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