Las fuertes lluvias y el deshielo han provocado que los ríos bajen con fuerza.
Huir de casa, mirar desde lejos y esperar que el río baje. Poco más pueden hacer los vecinos de Artíes, en pleno corazón del valle de Arán. Río arriba, en Llavorsí, a la desesperada han colocado piedras para intentar modificar el cauce del Garona, pero nada. La crecida ha podido con el puente. El caudal ha aumentado en 4 metros, consecuencia, río desbordado en decenas de puntos. En todo el valle se han evacuado más 400 personas. Sin luz hay 4500 abonados. A las intensas lluvias de todo el día, más de 100 litros, hay que sumarle el deshielo y los pantanos no pueden almacenar tanta agua. Están en situación de avenida extraordinaria. Hay carreteras cortadas, riesgo de desprendimientos y zonas anegadas por completo. Las autoridades piden a la población evitar al máximo los desplazamientos por carretera.
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