by maestroviejo
Existen en la mitología, en las leyendas en el inconsciente humano...
Un conocimiento que perdura en la historia. Se trata de un conocimiento tan antiguo que se asocia a cuento, fantasía y no realidad.
La mayor parte de las personas ni siquiera han oído hablar de estas historias. Sólo ya por eso merece la pena conocerlas, para seguir siendo depositarios de ese conocimiento y trasmitirlo, tal y como se ha hecho durante generaciones.
Existieron a lo largo de la historia una serie de civilizaciones perdidas, civilizaciones mitológicas, civilizaciones olvidadas por la historia, pero que según nos cuentan, representa la base de nuestra propia cultura.
La primera de esa civilizaciones fue: Lemuria
Yonaguni, Japón.
Según varias fuentes esotéricas, la primera civilización se presentó hace 78,000 años en un continente gigante conocido como Mu o Lemuria, el cual perduró 52,000 asombrosos años. Se dice que este continente fue destruido en los terremotos generados por el cambio de ubicación de los Polos, suceso que algunos estiman ocurrió hace unos 26,000 años, es decir hace aproximadamente 24,000 AC.
Mientras que Mu no alcanzó, supuestamente, una tecnología tan avanzada como lo hicieron otras civilizaciones más tarde, se dice que lograron una cierta tecnología avanzada particularmente en la construcción de edificios megalíticos duraderos, que podían soportar terremotos. Sin embargo, fue la ciencia de gobernar lo que se considera a menudo como el logro más grande de Mu.
Supuestamente existía un lenguaje y un gobierno. La educación era la nota clave del éxito del imperio, y debido a que cada ciudadano estaba versado en los leyes del Universo, además de que era entrenado cuidadosamente en alguna profesión o comercio, resultó una magnífica prosperidad. La educación de un niño era obligatoria hasta la edad de 21 años, cuando entonces era elegible para asistir a la escuela de la ciudadanía. Este período de entrenamiento duraba siete años; por lo cual la edad más temprana en la cual una persona se convertía en un ciudadano del imperio era a los 28 años
Según los partidarios de la existencia de Mu, las referencias supuestamente encontradas por Churchward sobre una tierra más allá del gran mar oriental, el océano Pacífico, patria de una gran civilización solar, cuna de la antigua cultura del valle del Indo, se convirtió en un importante descubrimiento para Mu sumado al de Le Plongeon; y la hipótesis de Churchward estaría confirmada, ya que los jeroglíficos de la cultura del Indo eran sorprendentemente parecidos a los de la isla de Pascua, cercana a la ubicación más conocida de Mu.[cita requerida].
Igualmente se dice que se habrían hallado gran cantidad de textos budistas que mencionan una tierra que, según parece, se encontraba en el océano Pacífico.[cita requerida].
Se alude a su vez sobre la existencia de una prueba bastante contundente. Parece ser la serie de indicios de una supuesta emigración masiva ocurrida hace miles de años desde la zona este del Pacífico, cerca de la costa sudamericana.Plantilla:(Teoria del poblamiento temprano).
Estos indicios (que constituían hechos aislados) sugerirían que varias civilizaciones antiguas tendrían un origen común en Mu. Estas son el antiguo Egipto, Asiria, la civilización del valle del Indo, el Perú preincaico, la isla de Pascua y, en menor medida, las culturas pre-mayas. Compartirían similitudes artísticas, arquitectónicas y lingüísticas (todas ellas utilizaban un sistema de escritura jeroglífica), creencias comunes (de tipo solar), y Egipto, Asiria y los nativos pascuenses conservarían una leyenda bastante similar: en Egipto y Asiria se trataba del mito originario de la Atlántida, y en Pascua existe la memoria de una antigua patria llamada Hiva, que se hundió por un cataclismo, y que produjo una emigración a la isla de Pascua.[cita requerida].
El testimonio de los aymaras de Perú y Bolivia constituye otra evidencia de esta memoria común, ya que también hacen referencia a esta tierra perdida y en la misma ubicación, aunque en este caso la isla-continente se llama Atl-Antis (tierra antigua), de cuyo nombre no puede negarse el enorme parecido con Atlántida.1 Lo cual no tiene sentido, ya que Mu y la Atlántida son dos continentes distintos.
Los defensores de esta teoría afirman que más al sur del continente americano, las leyendas sobre la desaparecida tierra ancestral se realzan en la mitología del pueblo indígena mapuche, del sur de Chile (y en la actualidad también en la Patagonia Argentina), quienes incluso mencionarían ser descendientes de una raza venida de una tierra tragada por las aguas, la cual justamente según su historia llevaría el nombre de Mu. Además esta tradición se podría apreciar en la leyenda de Ten Ten y Cai Cai, quienes luchan representando el bien y el mal por la existencia de la "gente de la tierra" (mapuche). Según los mapuches hace mucho tiempo existieron dos serpientes, llamadas Ten ten Vilu y Cai cai Vilu, Ca Cai era la que dominaba las aguas y Ten Ten la que dominaba el fuego. Un día Cai Cai se enojó y con su cola (que era como la de un pez) comenzó a golpear las aguas, las cuales inundaron toda la región. Como la población y los animales estaban desesperados, pues ya casi no quedaba terreno sin agua y las aguas seguían subiendo, invocaron desesperados la ayuda de Ten Ten, quien vino en su ayuda y subió a todos (humanos y animales) sobre su lomo y llevándolos hacia los montes y lugares altos, salvándoles de morir ahogados. Bajaron las aguas y todos siguieron su vida tranquila, pero sin embargo, las aguas no volvieron del todo a su lugar original, y se le da esta razón a la existencia de muchas islas pequeñas (que hacen de Chiloé un gran archipiélago); y por la misma subida de agua, hubo mucha gente que no alcanzó a ser salvada por Ten Ten Vilú, por lo que fueron arrastrados por las aguas, pero según el mito, en vez de morir ahogados, se convirtieron en toninas y lobos marinos (especies de la zona). Hasta que fue esta vez Ten Ten quien se encolerizó y comenzaron a hacer erupción todos los volcanes y la población tuvo que mudarse a otros lugares más seguros. Sin embargo, dentro de las leyendas y mitos que conforman la Mitología mapuche no existe mención alguna a una tierra ancestral que haya sido tragada por las aguas ni mucho menos que su nombre haya sido Mu, ni que su pueblo haya provenido de tal tierra inexistente.
El hundimiento de estas tierras, sin embargo, parece haberse producido por la inminente colisión de esta isla con la placa sudamericana, que está deslizándose continuamente sobre el fondo del océano Pacífico, dando lugar al hundimiento de Mu bajo la corteza y la formación del altiplano boliviano, de formación bastante reciente.[cita requerida]. No obstante, desde la aparición del Homo sapiens hace 200.000 años en África hasta la actualidad, la subplaca de Nazca se ha deslizado sólo 500 metros bajo el continente americano (a razón de 2.5 cm anuales), lo que invalida esta teoría[cita requerida].
Michel Desmarquet en su libro Thiaoouba Prophecy (1993) informa que Mu (Lamar) fue colonizada hace 250,000 años por extraterrestres, quienes serían ancestros de la actual raza polinesia, trajeron el perro, el armadillo y el puerco. Eran muy avanzados espiritual y tecnológicamente, fundaron 19 ciudades, 7 de ellas sagradas y en la capital Savanasa construyeron una pirámide 3 veces mas grande que La Gran Pirámide de Giza. Hace 200,000 años se expandieron por Nueva Guinea y el sudeste de Asia (el oeste de Mu), también en Centroamérica y Sudamérica no muy lejos del lago Titicaca). En Tiahuanaco se construyó un enorme puerto, en ese entonces había un mar interior (ahora Brasil) que conectaba con el océano Atlántico. Llegaron a la Atlántida hace 30,000 años y a Europa hace 17,000. Influyeron en los griegos (el alfabeto griego es el mismo de Mu), en el norte de África dieron conocimientos materiales y espirituales a los árabes (los números arábigos provienen de los mayas-atlantes de Mu), construyeron la Gran Pirámide en Egipto (cada vez que ellos consideraban que una nueva colonia tenía el potencial de ser grandiosa, tanto espiritual como materialmente hablando, construían una pirámide). Luego hace unos 14,500 años atrás un cataclismo volcánico, en el que se crean las montañas en toda América, destruye el continente de Mu. Nunca más se volvió a ver el esplendor de esta civilización.
Todas las similitudes de culturas y leyendas argumentadas para apoyar esta hipótesis son compatibles con la teoría de la Llegada del hombre a América a través del Puente de Beringia durante una glaciación, cuya fusión da lugar a las leyendas del hundimiento continental en las culturas a ambos lados del estrecho de Bering.
Historia
El primero en proponer la existencia del continente Mu como una posibilidad fue el coronel James Churchward, oficial del ejército británico en la India. Todo empezó cuando se hizo amigo de un sumo sacerdote de un templo hindú que tenía en su poder unas tabletas de barro que habían sido guardadas y olvidadas a lo largo de los años por los sacerdotes hindúes. Con el paso del tiempo, Churchward y el sacerdote hindú fueron descifrando la existencia de una civilización madre que había crecido, florecido y repentinamente decaído. Churchward siguió recopilando datos de este enorme rompecabezas cuyo resultado fue una extensa imagen de Mu narrada en el libro Mu el continente perdido.
Sin embargo, otra versión de la historia, mucho más escéptica, dice lo siguiente: Que todo habría sido originado por un error de traducción.
En 1864, el abate Brasseur estaba intentando traducir un códice maya usando un “alfabeto” compilado por el conquistador Diego de Landa.
Ahora bien, la escritura maya era algo similar a la japonesa o la egipcia, ya que usaba ideogramas que también tenían valor fonético: por lo tanto carecía de alfabeto. Lo que el español había encontrado era un conjunto de símbolos que, leídos en voz alta, sonaban como las letras del alfabeto español.
Brasseur entendió que el códice narraba una catástrofe volcánica que había destruido un continente entero. Su nombre se expresaba en dos símbolos que correspondían a las letras “M” y “U”. Nacía Mu.
Apenas cuatro años después apareció en escena el coronel James Churchward. Churchward decía haber descubierto en las bóvedas de un templo hindú toda una biblioteca de tablillas escritas en una lengua desconocida. En ellas había logrado descifrar toda la historia, la ciencia y la filosofía de Mu.
Posteriormente Churchward escribiría una decena de libros sobre Mu. En ellos convertiría a Mu en la Atlántida del Pacífico, atribuyéndole una antigüedad que oscilaba entre los 25.000 y los 20.000 años. Mu desplazaba a la Atlántida como origen de todas las civilizaciones conocidas, desde la egipcia hasta la maya, incluyendo también a los atlantes. En la sabiduría de Mu se habían originado tanto la Biblia como los principios de la masonería. Sus habitantes habían ido tan lejos como para hacer revelaciones acerca deJesucristo, que recién iba a nacer muchos milenios después.
En la actualidad los libros de Churchward se siguen reeditando y ofreciendo en Internet. En algunas páginas de “turismo energético”, Lemuria y Mu aparecen encarnando “el espíritu de Hawái”.2
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