EP. 30.04.2014 - 05:21h Una muestra de atún blanco capturada frente a las costas de los estados de Oregon y Washington, en Estados Unidos, contiene pequeños niveles de radiactividad provenientes del desastre nuclear de Fukushima en Japón de 2011, según un estudio de la Universidad Estatal de Oregón, que aclara que estos niveles son "mínimos" y no pueden tener ningún impacto sobre las personas.
"Una persona tendría que consumir más de 318.000 kilos del pescado en sus concentraciones más elevadas de radiactividad para asemejar la cantidad de radiación a la que está expuesta anualmente", explican los autores de este informe, que sí pretenden alertar del impacto de la catástrofe en el Océano Pacífico. En el caso más extremo, los niveles de radiación se triplicaron en los peces evaluados antes y después del desastre de Fukushima. El nivel era del 0,1% del punto establecido como un riesgo para salud por la Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FDA, por sus siglas en inglés). "Los niveles eran demasiado pequeños como para representar un riesgo de sanidad alimentaria, pero de todas formas queremos explicarles a las personas el tema para que sepan qué es lo que hay ahí", según ha explicado Delvan Neville, asistente de investigación en la Universidad Estatal de Oregon y uno de los líderes del estudio.
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