La escalada prebélica en Crimea continúa. Instalaciones militares ucranias, que se resisten a pasar al bando ruso y afirman su lealtad al Gobierno de Kiev, están siendo bloqueadas por soldados sin identificar que han llegado en vehículos militares. En la carretera que une Simferópol con Yalta, en la localidad de Perevalnoye, las dependencias de la Brigada Mecanizada número 36 del ejército ucranio está totalmente rodeada por decenas de soldados armados con Kalashnikovs, aunque los militares ucranios de la unidad resisten las presiones y afirman su lealtad a Kiev. Catorce camiones militares sin identificaciones -aunque al menos tres llevan matrículas rusas-, siete todoterrenos y al menos un puesto de ametralladoras están apostados en el perímetro de la base. Dos o tres compañías de soldados controlan el perímetro de la base y han penetrado en las instalaciones. Unidades de las fuerzas armadas en distintos puntos del país se han resistido a abandonar sus puestos y se han negado a pasarse al bando ruso, al tiempo que reafirmaban su lealtad a las autoridades de Kiev.
Las autoridades fronterizas ucranianas han trasladado los buques guardacostas de los puertos de Kerch y Sebastopol, en la península Crimea, hasta Odesa y Mariupol, lejos de esta zona, un indicio más de la toma de control de Crimea por parte de las fuerzas militares rusas. Además, una columna de camiones militares rusos está avanzando por la carretera hacia Simferópol, capital de la república autónoma ucrania de Crimea desde la ciudad de Sebastopol, donde tiene su base la Flota rusa del Mar Negro, según medios locales e imágenes difundidas por la televisión.
El primer ministro ucraniano, Arseni Yatseniuk, ha declarado que los movimientos de tropas rusas en Crimea son "una declaración de guerra" contra Ucrania y ha solicitado al presidente Vladimir Putin que retire a sus soldados. "Pedimos que retire a sus tropas de este país y honre los acuerdos bilaterales", ha declarado Yatseniuk a través de un comunicado oficial recogido por la cadena británica BBC. Por su parte, el presidente interino de Ucrania, Alexandr Turchínov, ha confirmado que "tropas rusas bloquean unidades militares ucranianas" en la república autónoma de Crimea y ha anunciado el cierre del espacio aéreo del país a vuelos no comerciales.
Movilización de los reservistas
El Ministerio de Defensa ucraniano ha movilizado a los reservistas (todos los hombres de hasta 40 años, en un país con servicio militar obligatorio) y ha ordenado al jefe del Estado Mayor y los comandantes militares poner en alerta de combate a sus unidades ante la intervención militar rusa en la península de Crimea, autorizada ayer por el Parlamento a petición de Vladimir Putin. Así lo ha anunciado este domingo el secretario del Consejo de Defensa y Seguridad Nacional de Ucrania (CDSN), Andréi Parubi, en una comparecencia ante la prensa en la Rada Suprema (legislativo), reunida en Kiev. Parubi ha agregado que la llamada a los reservistas sólo afectará a "aquellos que el Ministerio de Defensa considere necesarios". "Necesitamos un Ejército unido, necesitamos acciones coordinadas", ha subrayado.
El sábado, ante la escalada de tensión y la amenaza rusa, el nuevo primer ministro ucranio, Arseni Yatseniuk, pidió a Rusia que saque a su Ejército del territorio ucranio. “Estamos preparados para defendernos”, afirmó en un discurso en directo por televisión. “Si se produjera una agresión, significaría la guerra y cesarían todas nuestras relaciones con Rusia”, dijo tras una reunión de emergencia con los jefes de seguridad del país.
Kiev respondió poniendo en alerta a su Ejército ante la autorización al presidente ruso, Vladímir Putin, para utilizar tropas rusas en la península del mar Negro. Junto Yatseniuk estaba el presidente interino, Alexander Turchinov, que aseguró que los lugares estratégicos del país, como aeropuertos o plantas nucleares, están protegidos. Pidió calma a los ciudadanos. “En caso de ataque, tenemos un plan de respuesta”, garantizó. Por su parte, el ministro de Asuntos Exteriores, Serguéi Deshchiritsya, pidió ayuda a la OTAN para proteger la integridad territorial de Ucrania.
Ahora, el Ministerio de Asuntos Exteriores de Ucrania debe dirigirse sin dilación a los órganos correspondientes de los países signatarios del Memorando de Budapest -EEUU y Reino Unido- para mantener consultas urgentes y garanticen la seguridad de Ucrania. Este tratado, que fue firmado en diciembre de 1994 en la capital húngara, garantiza por parte de los países signatarios (también Rusia entre ellos) la seguridad de Ucrania, su soberanía e integridad territorial después de que renunciara a las armas nucleares heredadas de la Unión Soviética. Al Ministerio del Interior se le encarga reforzar la protección de las instalaciones energéticas del país y otras infraestructuras estratégicas.
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